32º NÚMERO DE LA REVISTA LITERARIA
DIGITAL MENSUAL
NEVANDO EN LA GUINEA
NºLXXVI desde inicios/02-02-2013
EDITORIAL LXXVI
Tombuctú
La guerra de Mali a lo largo de 2012 y en este primer mes de
2013 nos llena de horror. La barbarie, el fanatismo, los intereses
mercantilistas de las grandes potencias ansiosas por llevarse los bienes de
otros pueblos, todo ello desemboca en un magma cuyas principales víctimas son
los seres humanos, personas con nombres, con vidas, con deseos y ambiciones, ya
sea en Mali o en cualquier otro lugar del planeta, llámese Irak o Afganistán,
en ese primer decenio del siglo XXI, llámese con otros muchos otros nombres a
lo largo de la historia.
Pero hay otra víctima, sin duda importante, y que afecta
también de un modo intenso, esencial, a la vida humana: la cultura. Porque
consideramos que la vida humana no es sólo un corazón que late y unas
constantes vitales, es el pensamiento, la búsqueda de la belleza, la palabra,
la música, los objetos, los ornamentos, la poesía, el relato, la pintura, el
debate. Y ningún lugar como Tombuctú, una ciudad con historia, un centro
cultural importante –la Universidad de Sankore o la Mezquita de Sankore,
financiada por una mujer tuareg-, un nombre evocador, un punto de encuentro
entre el mundo árabe y tuareg, por un lado, y el mundo negro por el otro, para
simbolizar ahora mismo todo el horror.
Mali no es un lugar perdido de África, se trata de un país
con una historia intensa y con una cultura inigualable. Los amantes de la
música lo saben y les sonará nombres como el de Salif Keita, Toumani Diabaté,
Rokia Traoré, Bubacar Traoré o Ali Farqua Touré, entre tantos otros. Los griots o Jeli mantienen viva la llama de una literatura que ha rebasado la
oralidad y que entra con pleno derecho en la literatura mundial, combinando las
letras y la música, y un instrumento de una sonoridad encandiladora, la Kora.
Esta es la Mali que queremos recordar y mantener viva hoy y siempre, no el país
que conoce, hoy, la barbarie de la guerra.
Pero Mali representa hoy, además, otros escenarios, a otros
pueblos, a otros seres humanos que murieron por intereses indecentes y
asesinos, pero también representa otras culturas que se vieron menguadas y
perseguidas hasta verse afectadas en ocasiones de un modo irreparable, como
aquellos monumentos budistas perdidos para siempre en Afganistán, y no sólo en
escenarios lejanos a los centros imperiales, no en vano la historia europea no
es ajena tampoco al horror, como bien saben ciudades como Praga o Varsovia,
culturas como la gitana o la judía, países como España o Alemania. Cualquier
cultura, incluso la más apartada del planeta, supone una riqueza inmensa para
toda la humanidad.
Rechazar hoy la guerra no es sólo luchar por la vida, supone
un compromiso con la cultura de todos los países y todos los pueblos. Y
Tombuctú es para nosotros el sonoro nombre con que evocamos la libertad.
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LA VERDADERA HISTORIA DEL NO
Por Cecilio Olivero Muñoz
CUANDO ME DICES TE QUIERO
¿Por qué cuando me dices
te quiero
lo dices como si nada?
Como el que se sacude
con esmero
bacteria que se
contagia,
¿por qué me dices tú te
quiero
como quien quita aquello
que daba?
¿Por qué me dices te
quiero
como el que pide y luego
lo paga?
¿Por qué me suena a
embustero
ese sentimiento en dos
palabras?
Mejor di, yo me
arrepiento
de comer tu bocado sin
ganas,
mejor di, sin hacer
aspaviento
que tú por mí no sientes
nada,
tú dices te quiero con
el portento
y la valentía que da el
cubata,
tú dices yo a ti te
quiero pero
suena a zarandaja, es
mera migaja,
como quien regala unos
restos
de usada piñata y mera
patraña,
tú dices te quiero sin
esfuerzo
y se nota anzuelo y
artimaña,
das te quieros como
dando dinero,
das amor hoy para
ofrecerlo mañana,
regalas cariño dejándome
sin resuello,
nada son las sobras que
te faltaban
y tu te quiero es como
tirar caramelos
a los chiquillos de
clase muy baja,
a tropel todos y por los
pelos,
ciegos y repletos de
maldita ansia,
lo haces con señuelo y
camelo,
es como subir por una
cucaña
con esperanza de rozar
un cielo,
esperanza que da a parar
a un subsuelo
donde espera ancha la
sucia cloaca.
Sucia cloaca de ratas y
vil trapicheo.
***
LA MUCHACHA DE LA SONRISA
La muchacha de la
sonrisa eterna
me dice que salga por
ahí de farra,
si no tengo por qué ni
cómo,
si no tengo ni fe ni
ganas,
si no tengo para bailar
yo combo,
si cuando llega dizque
se achanta,
si no conozco el pétreo
colmo
del caracol que me
adelanta.
La muchacha de la
sonrisa eterna
me dice que la vida es
grata,
que quien aspira al
hambre merma
su pan migado pateando
lata,
la muchacha de sonrisa
eterna
me dice que la vida
escapa,
me dice que la vida
sempiterna
a los atontados del culo
atrapa,
me dice que no le dé yo
tregua
al trampantojo y a la
trampa,
dizque en la calle se ve
a leguas
la inmunda piel que
destapa
sueños en flor y madres
de tierra,
en sueños de séptima
etapa,
mañanas felices que han
de brotar
como brotan al sol las
legañas,
mañanas absurdas por
concretar,
mañanas por ser por ser
mañanas,
mañanas no sé, no sé, si
la verdad,
mañanas en esa enfriada
jaula
pía de lisa y ciega
contrariedad,
que quiere y no puede
ser,
por que no se conforma
con ser el mundo
naturalidad de salvaje
mar,
mañanas todas ebrias de
soledad,
mundo en mañanas contra
la pared,
sí, pared, pared contra
pared,
mañanas para dejarme ser
y no poder serlo ni esta
ni ninguna vez,
serlo, serlo, por ti yo
sí lo sería,
ser por ser y no poderlo
ser,
mañana que yo tanto
quería
y ahora la quiero
todavía también.
La muchacha de la
sonrisa eterna
no sabe de mi ligera y
sola pared,
y si sabe en ella no
tropezaría
su vida en un triste
traspié,
por que ella y su
sonrisa eterna
son mañana que ni
suponía
la noche en que yo
madrugué.
Mañanas en las que algo
yo abriría
y al no poderlo yo
hacer,
mañanas de esta maldita
manía mía
y no serlo para ella
también.
Y no serlo y no porque
no lo quería,
querer, querer, y no
poderlo yo ser.
Antojo profundo de esta
noche tan mía,
antojo, ilusión y un no
rotundo
que desembocan en la
locura fría
de este mal del día a
día sin quién.
Ni para mal ni para
tampoco bien.
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¿Has oído a Charlie Parker alguna vez?
−¿Has oído a Charlie Parker alguna vez?
Miré a Ernesto irritado de nuevo por
ese repentino cambio de tema que solía dar a las conversaciones cuando las
cosas parecían ir en su contra o contradecir sus argumentos tan ilusionados e
ilusionantes. Y en su contra estaba esta vez ese optimismo, yo diría que casi
infantil, que le llevaba a afirmar, y tal vez a creérselo, que Europa iba a
hacer alguna cosa por España.
−Han
pasado tres años desde que acabara la guerra –le acababa de recordar yo-, diez
desde el final de la nuestra.
−Para
ser vasco careces de tozudez.
−Por
tozudo no me gana nadie, pero con eso no voy a derribar al gallego.
Llegamos al final del Boulevard Sebastopol
y torcimos a la izquierda, por el Quai de Gesvres. París estaba espléndida esa
mañana de sábado. El otoño aún no había iniciado ese lento devenir hacia el
invierno, tan frío siempre, y vivíamos una dilación del verano, de tan
suavizado y agradable.
Sin embargo, las bondades del tiempo no
acompañaban a mi estado de ánimo. Me había despertado pesimista, fatalista
incluso, consciente de que en los últimos trece años casi no había vivido un
día de sosiego y ahora necesitaba ver un poco de luz a un exilio que desde
luego nada tenía de dorado.
Si miraba hacia atrás, no podía menos
que dividir los últimos trece años por bloques: Revolución, Mayo del treinta y
siete, clandestinidad en la República, derrota de la Guerra, campos de
refugiado -¿por qué no llamarlos ya claramente de concentración?-, ocupación
alemana, resistencia, fin de la guerra y vuelta a esperar a que el mundo
hiciera algo, algo de verdad aparte gestos simbólicos. Lo que para mí como
individuo significa: militancia en el POUM y compromiso firme con la
Revolución, participación en Barcelona del caos absoluto, derrota de la
revolución, persecución y muerte de amigos y conocidos, ver a los fascistas
triunfantes, escapar a Francia para salvar el pellejo y ser tratado como un
apestado, por los demócratas y por los estalinistas, de nuevo la guerra y vivir
al día, sin saber si habría un mañana.
Desde luego, no quería ponerme dramático, pero
no era para menos, y no tenía nada que ver con el tremendismo vascongado que
Ernesto, tan mediterráneo él, me achacaba con harta frecuencia. Pero nada más
justo que esperar a que ahora cambiaran las tornas y ver que las cosas
mejoraban. No me ponía radical ni intransigente, me bastaba y me sobraba con
que Europa y el mundo consiguieran que el General depusiera su pomposa jefatura
del Estado y volviera un ápice de democracia en España, no me importaba que
fuese de nuevo una democracia burguesa, valía cualquier cosa que nos permitiera
regresar, ya veríamos luego si cabía un espacio para volver a nuestra revolución
pendiente.
Habíamos recompuesto la organización del POUM.
Solano, Rovira, Molins, Masó, quien ya hablaba de irse a Venezuela como
Fernández a Chile, entre otros, comenzaron a reagrupar a los militantes que
estábamos en Francia. Entre ellos Ernesto y a mí. A decir verdad, era Ernesto
quien había comenzado a frecuentar a los compañeros y quien me llevaba para ver
si yo salía, y se lo debo de agradecer, no digo que no, de mi fatalismo que
rayaba la desesperación, por no decir la depresión. Sí, habíamos vivido la
historia con intensidad, cierto que habíamos asistido a una derrota aplastante,
cierto que habíamos visto lo peor del ser humano, pero habíamos ganado. Al
menos en parte, no la guerra, pero una batalla, lo que no era poca cosa. Es lo
que me repetía Ernesto una y otra vez, sin que yo se lo negara, no, sin embargo
había dejado, por decirlo de un modo tremebundo, parte de mí en el camino.
Llegamos al edificio del Ayuntamiento mientras
Ernesto no paraba de hablarme de los planes del Partido para reorganizarse y
participar en la lucha. Yo le escuchaba, al fin y al cabo no me cabía más
opción, no se trataba sólo de derribar el fascismo, me decía, hablaba de lo que
a todas luces era obvio para él y también para mí, no digo que no, teníamos que
decir bien claro que España seguía bajo un gobierno criminal, afirmaba rotundo,
aunque tampoco podía dejar de sentir cierta distancia por mí parte, había
además que contribuir a la revolución, reiteraba él, por mucho que tuviera yo
simpatía por la causa, nadie podía negármelo, volveríamos a levantar a los
trabajadores del mundo, declamaba, porque en el fondo creía o intentaba también
yo creer en un futuro mejor, los pueblos de todos los países lucharían de
verdad por un mundo diferente, aseguraba, yo sabía que debía salir de mi
pequeño pozo de angustia y desasosiego, y construir así una sociedad mejor,
pero mi esfuerzo no siempre tenía resultados, porque teníamos que levantar un
mundo mejor, concluía, no dejaba de ver el lado siniestro que mi experiencia me
mostraba y que me hundía en aquella zozobra convertida en habitual.
−He
quedado aquí con Claire –me dijo de pronto, deteniendo así su intensa perorata
política.
Entre tanto caos y proyectos y batallas
y reuniones y planes, había hueco para el amor. El revolucionario tiene
corazón, pensé no sin ironía y de inmediato me sentí culpable por burlarme,
aunque fuese de pensamiento, de Ernesto. Yo era el que estaba más solo que la
una, sin amor, sin creencias ni objetivos, sin alegría ni esperanza. En ese
instante supe que Ernesto tenía razón, toda la razón y era yo quien sucumbía al
derrotismo más absoluto.
Pero, ¿qué hacer cuando te vence el
fatalismo? La amargura se había impuesto en mi vida y allí es donde se daba mi
batalla personal e intransferible. Lo de España no va a cambiar, le dije de
pronto, lanzando contra él toda mi desesperación y mi desánimo profundo,
quieras o no asistimos a una política de gestos sin trasfondo y hasta los
estalinistas están desmontando su maquis y han aceptado la política de hechos
consumados, dicen que a la espera de tiempos mejores o cuando le convenga a su
egocéntrico Zar.
−¿Has oído a Charlie Parker alguna vez?
En ese momento llegó Claire. Le besó,
me saludó con su más bella sonrisa y de nuevo tuve que aceptar que el problema
estaba en mí. La vida seguía pese a todo y a todas luces era mejor la
esperanzadora actitud de Ernesto, aunque fuese de cabeza a la derrota más
absoluta.
−Toca esta noche en París. Vamos a ir. Los tres.
No, nunca había escuchado a ese tal
Charlie Parker, le dije y era cierto, no sabía nada de él. Sonrió irónico.
−Siempre
hay una primera vez.
Juan A.
Herrero Díez
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SELECCIÓN DE POEMAS
Por Gonzalo Salesky
DEJAR DE VER LA LUNA
Sé que en cada paso,
vos me darás la espalda
y el corazón no
escuchará lo que vivimos.
La sombra del tiempo me
descubre
tímidamente, tal vez sin
la coraza.
No creas que es fácil
dejar de ver la luna.
¿No te das cuenta
que muero en cada
espejo?
ESPACIOS VACÍOS
Nunca me llevé bien con
el tiempo,
a veces lleno los
espacios vacíos
con sangre. A veces los
esquivo
callando como un tonto,
sufriéndolos.
Nunca pude competir con
esa angustia
porque jamás no existe,
porque el hoy se va cada
mañana...
Porque mi ayer, sin
Dios, no da consuelo.
DAGAS EN SILENCIO
Me siento bien sin
entender al mundo,
a esa utopía vacía de
sentido.
¿Por qué tanto desvelo
en simular?
¿En negar todo?
No creo que el dolor
siga acechando;
lo evito a toda costa,
aunque no sangre.
Serán mi patria las
dagas en silencio,
tu cómplice cansancio, la
poesía
y la seguridad de amar
mis días
haga lo que haga, aunque
no sangre.
Jaurías hambrientas me
cierran el paso,
me acosan y buscan esa
herida.
La mano descalza del
pasado
intenta arrebatarme todo
lo que no fui.
¿Habrá un camino eterno?
¿Abrirás
tu corazón después de
cada duda?
No sé dónde va mi alma y
es inútil
peregrinar detrás de las
promesas.
TUMBAS SIN NOMBRE
Abrazo las flores de
tumbas sin nombre
y en la pesada
nostalgia, en cada lágrima,
buscaré tu foto, gastaré
tu aliento,
sin tener la prisa que
otros esperan
de mí. Tu voz se va,
lejana,
y no estará oculta en mi
pasado.
¿La libertad será algo
más? En tu agonía
verás al viento,
soplando en cada página.
DE REOJO
No me digas nada, no es
verdad
que sólo somos cristales
en el viento.
La edad oscurece a quien
no llega
a contemplar, en
silencio, su vida.
No hables ahora,
mejor seguir callando,
mejor seguir mirando de
reojo
a todo los que van, sin
sus raíces,
muriendo en cada verso,
callando sus heridas.
POR TU SOMBRA
A pesar de las caídas, la
lanza en el costado,
la cruz en mis espejos.
La corona de espinas, la
fe y el sacrificio,
la subida al calvario.
Del látigo y el manto
que cubrirán mi vida
aún sigo, por tu sombra,
caminando.
Desafiaré los vientos,
la marea.
Tu barca y la tormenta,
mi espíritu y su voz en
el desierto.
No soñaré tu aliento
y el dolor... nuestro
dolor
se irá muy lejos,
después del tercer día.
ESCRIBIR FINALES
Las cartas de marfil ya
no son mías.
No creo en la mentira y
mi horizonte
se pierde, se oculta,
sin tus ojos.
No cambiará más nada en
el camino.
Sé que es muy pronto
para escribir finales,
en nuestra voz se irá la
piel y su reflejo.
AMNESIA
Un poco más de viento,
una canción y un lúgubre
pasillo
impiden que abra tu
ventana.
Cerró la oscuridad y
ahora eres otra.
La amnesia nos persigue
y otra historia
ha dejado de crecer en
cada herida.
Rasgando pedazos del
infierno,
encontraré el camino y
los atajos
para llegar, sediento,
hasta tu alma.
¿Me dejarás dormir en
pesadillas?
¿Me buscarás despierto
en madrugada?
Me soñarás vacío por las
noches,
tal vez la luna te
enseñe la nostalgia
y poco a poco, nada me
importará;
la vida es mucho menos
que un delirio.
ESTRELLAS FUGACES
Besando tu silueta en la
pared
me vuelvo loco, y
sangro, y no te espero.
No pude darte más que
pesadillas.
En las calles, hay tan
poco silencio,
palabras repetidas sin
sentido...
Me escapo, ya no sangro,
no te espero.
Las lágrimas me cuentan
de tu ausencia,
me alojarán por la noche
cuando vuele
por mis venas, entre
estrellas fugaces.
RÍO ABAJO
Palabras que no dicen lo
mismo,
que encuentran un
sentido y ven la muerte
de tantos enemigos sin
batallas.
Del sueño fugaz de los
gigantes,
de mí y de mi plegaria,
ausente de nostalgia.
La sangre sigue yendo
río abajo
y así tu vida caerá,
detrás de mí.
AQUELLA NOSTALGIA
Palabras nuevas,
lenguajes descubiertos
nos unen y separan
tantas veces...
El mundo te esclaviza,
nada va a liberarte.
¿Cómo arrodillarme una
vez más
si estamos cediendo
desde siempre?
¿Cuánto tiempo negaré lo
inevitable?
No deberías llevar
tantas promesas
a flor de piel, hacia
aquella nostalgia.
LUZ DE LÁGRIMAS
Encontraré tu cuerpo en
la ventana,
en la corteza del mar
que no se rompe.
Entenderé, al fin, que
nada salva,
si estás dispuesta a
condenarte,
a no vivir...
A perderte para siempre
en esta luz de lágrimas,
a preferir la huida a la
batalla.
El tiempo no sirve para
ocultarse
ni redimir. Al fin, nada
nos salva.
OTRAS VIDAS FELICES
¿Por qué evitar el
trueno que libera?
Imitaré otras vidas
felices.
Tal vez mi estancia en
el valle de lágrimas
se haga nostalgia en tu
voz y en mi maleta.
El tiempo me descubre
detrás de aquella
estampa.
Los sueños no se apagan
de golpe.
Bifurcando para siempre
el camino,
la penumbra asoma. ¿Es
verdad
que nada nunca llega a
su momento?
¿Qué todo cuesta cada
día más?
Soy desagradecido igual
que cada hijo,
renegando de lágrimas
paternas.
Oír, soñar, reír, no es
nada fácil;
no creo que el destino
se descubra
en la primera noche. Y
en mi alma,
habrá más de un motivo
para amar.
ADÓNDE VAN LOS SUEÑOS
Borraré espacios sin
letras, y silencios
escritos con el codo. La
arboleda
me tapará la vista. ¿Y
tu verdad?
¿Será un presagio, más
allá de todo,
lo que me alcanza al
volar? ¿Es el dolor
que reconozco mío a cada
instante?
Creo que el viento elige
los recuerdos
y el corazón sabrá,
tarde o temprano,
adónde van los sueños
cuando mueren.
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SELECCIÓN DE POEMAS
Por Rolando Revagliatti
“ED WOOD”
Descreemos
que logren ustedes resistir
la
estética hórrida, urticante, pingüe
que
los incitaría a ulular, persignarse, contraer
en
menos de lo que tardarían en aterrizar
nuestros
ígneos platillos voladores
o
en menos
de
lo que cede al trueno el relámpago
Cualquiera
de nuestras enrarecidas atmósferas
los
liquidaría rara y atmosféricamente
cualquiera
de nuestras polvorosas estampidas
los
pulverizaría en sus butacas
Jalamos
los hilos, cortamos:
¡ESTUVO
PERFECTO! :
casamos
en una alta iglesia cósmica
a
la travesti Angora, fresca, repentista
con
el cavernario Metadona, talentoso, ubicuo
(cualquiera
de estas mancomuniones
inasumidamente
los
conmovería)
El
Emperador Galáctico oficiaba
con
nuestros bautistas.
De “Tomavistas”
“L’ ete prochain”
No te amo
no se me esfuma la vida en este último
abrazo
no temo no temeré
no mando
no caemos de una cama
no te recuerdo no disputo
no sondeo mi aburrimiento
no tengo frío
no temería no temí
no vacilás ante mis desaires ni ante mi
influencia
no soy un
canalla
ni un imbécil.
“L’ ete prochain” (“El próximo
verano”), filme dirigido por Nadine Trintignant.
De “Picado contrapicado”
de mi mayor estigma
¿romántico
permanezco (pertenezco)
o evitaré ser lo
que me digo?
*De “De mi mayor estigma (si mal no me
equivoco):
Los
papás queman
1
Ex
Pablito afirma que los papás queman después de cenar
ex
Norita no tiene dudas sobre que los papás queman cuando se van a ver a un
enfermo
ex
Germancito con rudeza increpa a todos los papás que queman
ex
Clarita asevera que los papás queman poco antes del mediodía del domingo
ex
Olafito, ex Beatricita y ex Cecilita con facies compungidas arguyen que los
papás
[queman en almíbar
ex Virginita atesora la certidumbre de que los papás
queman porque amanecen más temprano
y ex Rolandito declama que los papás queman de viaje o
muertos, antes o después de
haber nacido
2
A ex
Isakito se le pliega el alma porque sus papás queman desde sus hermanos
ex
Alicita no quiere creerle a sus pechos enardecidos cuando los mustios papás le
queman
ex
Hilarito
hila finito
que los papás queman cuando
muelen a golpes
o se deshacen a cariñitos
ex Andreíta funeraria y ex Joselito se dan con sangre de
horchata cuando los papás queman por contigüidad
y ex
Gabrielita se aprieta las puntas de los dedos con la ventana a través de la
cual los
[papás no cesan de quemar
3
Ex
Palomita se arrellana en la contemplación de los papás que queman al horno
ex
Miguelito, piromaníaco, aduce que queman y queman los papás que queman los
papás
ex Silvita añade que los papás queman con mesura, con
concupiscencia, con delicadeza, con suspenso, con salvajismo
mientras
ex Leopoldito recalca, sobreimprimiéndose, que los papás queman abnegados,
[grandilocuentes, ahítos, formales, posesos,
desmadrados, despadrados,
cachonderos,
[lóbregos
ex
Estelita sufre porque los papás queman en prosa o con ademanes, descalzos y aun
en
[chinelas
ex Rodolfito sonríe con afectación porque los papás queman
con tan extremada independencia de la temperatura
así siguiendo, ex Lilianita y ex Danielito no accionan
con prontitud en pos de salvar el honor de los papás que queman cuando maman o papan
y ex
Mirtita...: sólo ella se petrifica admitiendo el pudibundoso grado de
inflamabilidad
[hijística.
*De “Obras completas en verso hasta
acá”
Amadeo Modigliani
Madame Pompadour y su puntualidad a
la hora de la ironía
vino áspero en el vaso del compañero
amigas atravesándote con sus
enyesados fuegos recónditos
amigos en los trazos de ternuras y
vigores
Y tu Juana Hébuterne también ella
gestando.
*De
“Pictórica”
Me apego sonoramente
Me
apego sonoramente
a tus fantasmas
Un buen tiempo
los interpreto
Pero después
no
sueno.
*De “Propaga”
Se infiltran
Se
infiltran en las pesadillas de tus personajes
unos
que embadurnan con plumas fascistas del Ku-Klux-Klan
y
sellan con sus orgías crucificantes
el
colapso
Así
como antes esos personajes
se
infiltraron
en
tus pesadillas.
*De “Ripio”
Seré, si no
Seré dichosa si no
te decepciono
Deberé trasuntar que no sé
lo que aprendí
lo que siempre intuí
y luego confirmé
Seré dichosa si no
te decepciono.
*De “Ardua”
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TEXTOS DEL GRAN BORIS GOLD
“ESTOY
ESPERANDO
EN LA
ESQUINA,
AL PIBE
QUE...
UN VEZ
FUI”
Voy
recorriendo lugares
que alguna vez
fueron míos
los busco en el
tiempo ido
con cosas que
compartí,
mi inocencia
ya perdida
y un duende
de compañero,
estoy esperando
en la esquina
AL
PIBE...QUE UNA VEZ FUI.
Casi llego
con mis ganas
hasta ese mundo
lindo
con un rey de
larga barba
y arrodillado
le pedí,
buen señor haz
que se cumpla
lo que con
ansias deseo
espero en esta
esquina
AL
PIBE...QUE UNA VEZ FUI.
Se que vos
vas a cumplir
mi pedido tan
sincero,
te agradezco
de ante mano
hazlo tan solo
por mi,
esto es algo
que me urge
compréndeme te lo
ruego
espero en esta
esquina
AL
PIBE...QUE UNA VEZ FUI.
Hoy camino
el pasado
insertado en el
presente,
con un ojo en
lo que veo
y con otro
en lo que vi,
amalgama de
recuerdos
peloteando en la
canchita,
espero firme en
la esquina
AL
PIBE...QUE UNA VEZ FUI..
Llegará
y caminaremos
los dos juntos
de las manos,
recorriendo aquellos
años
que a su lado
compartí,
nos daremos
unas vueltas
en la vieja
calesita,
lo espero, ojalá venga
AL
PIBE…QUE UNA VEZ FUI.
Boris Gold
Y FUE UNA NOCHE
La tarde
somnolienta y cansada de una jornada agitada está lista para irse, prepara el
recambio de todos los días y le da el mando a su amiga…LA NOCHE.
Y yo, cual
ceremonia sagrada, salgo de mi guarida de hombre solo para penetrar ese manto
mágico y disfrutarla con tantas cosas que salen al paso de mi recorrido.
En mi
deambular voy buscando el centro de la ciudad para meterme de lleno en esa
vorágine de gente, donde paso de ser un solitario a ser uno más de la jauría.
Pero lo
bueno de todo esto, son los personajes con los cuales me choco en el camino, al
primero que diviso es a Pancho, el viejo linyera que bajo el toldo de un local
abandonado hizo su mundo.
Me paro
como siempre a intercambiar unas palabras con este filósofo de la vida, donde
en cada plática con el susodicho, salgo a punto para preparar una tesis doctoral.
Lo saludo
amablemente y continúo mi periplo, ya más predispuesto a lo que pueda
encontrar, doblo en la esquina y en la vidriera de ese bar veo una cara
conocida, don Esteban, me hace señas para que entre, me invita a su mesa donde
de destaca como un ícono el infaltable vaso de ginebra, él dice que es por
prescripción médica.
Este
personaje es un viejo poeta que en sus sueños de versos y alcohol, hace los
viajes más fabulosos a bordo de su imaginación, para contarles después a quién quiera escucharlo, como por
ejemplo a mí, que ayer tuvo un encuentro con Rubén Darío, al que le leyó uno de
sus poemas ( siempre dije que gente como don Esteban, eran patrimonio exclusivo
de BUENOS AIRES.
Mientras
me desplazo de un lado a otro, la noche amiga me va introduciendo en historias
de vida dignas de contar, en la cual muchas veces paso a ser intérprete de algunas de sus
obras.
Para
muchos la noche tiene mala fama y que todo lo malo sucede cuando cae el sol,
para mi son patrañas de quienes no la han transitado.
Bajo un
cielo salpicado de estrellas y con una luna cómplice conocí a Jana, la inolvidable
Israelí, la que me hizo sentir el verdadero milagro de amar, tan solo
recordarla y siento como un soplo de juventud que llega de ese hermoso
recuerdo, nuestro encuentro fue algo gracioso.
Al
acercarse donde yo estaba, noté que llevaba entre las manos lo que supuse era
un catálogo de la ciudad y andaba buscando un lugar determinado, eso imaginé y
no me equivoqué, pues en un mal castellano me preguntó por un restaurante que
le habían recomendado.
Era tan
bella, irradiaba tanta simpatía y esa jeringonza de castellano que balbuceaba,
hicieron que me quedara prendado de ella, metí la mano en el bolsillo y noté
que solamente tenía unos mísero pesos, que podrían hacer la vergüenza o la
alegría por lo que se me acababa de ocurrir.
Después de
agotar todas mis artimañas de seductor logré convencerla de acompañarla a “ESE
RESTAURANTE” que por supuesto era carísimo y me dirigí sin pensarlo a otro
acorde con mi economía.
Apenas
llegamos a la entrada y la Israelí me miró como con signo de interrogación,
mientras leía el nombre del lugar, noté que de sus labios brotaba una sonrisa
que quería decir muchas cosas y a continuación me preguntó con inocencia…¿Qué
QUIERE DECIR PIPO?.
Pero la
sorpresa mayor, fue cuando el mozo puso como mantel dos papeles blancos comunes,
creí que con razón me iba a mandar al carajo…y para colmo en hebreo.
Acto
seguido me dijo las palabras más esclarecedoras, que me indicaron que yo
también le gustaba…NO QUIERO QUE ME MIENTAS NUNCA.
Yo creía
que de amor sabía mucho, me di cuenta que no sabía nada, al lado de ella
aprendí en todo su esplendor “ lo que es
querer y ser querido”.
Después el
tiempo, disolvente artero que todo lo destruye logró su cometido, fue el día
que mi amor me dijo: me estoy enamorando profundamente de ti…ES HORA DE PARTIR,
mi libertad está por sobre todas las cosas.
Y a pesar
que mucho no entendí ese planteo, tuve que aceptar que mi vida tomaba otro
rumbo y mi dulce Jana, la inolvidable Israelí…pasó a ser un lindo recuerdo.
Más el
mundo siguió girando cual ruleta eterna y la misma ciudad que me dejó huérfano
de ese intenso amor, me trajo otros amores, distintos, pero muy apreciados.
A lo largo
de mi trajinar fui cosechando amigos, que en mayor o menor grado fueron dejando
en mi grandes enseñanzas, pero lo que más le debo a mi Buenos Aires, es que a
su amparo conocí a gente entrañable que llenaron mi vida de alegrías, fueron
mis pares…LOS POETAS, que llenaron mi alma con esa luz que acababa de perder.
Entre
ellos quiero rescatar algunos de los nombres
que tengo grabados entre muchos más …”la” Bermudez, “la”Delfini “la” Siguelbaum “la”
Cortéz “la” León, Badaracco, Leiro, San Román, Santos,
Pássaro, Muñoz…y la lista sería interminable.
Así es la
noche de mi Buenos Aires, te da y te quita por igual, pero en definitiva…EL
SALDO ES POSITIVO.
Buenos
Aires fiel amiga
Sos la amante más deseada,
La que encandila mi alma
Al contemplar tu esplendor,
Vas sembrando con tu magia
La amistad y la bohemia,
Sos la musa inspiradora
De
este poeta…soñador.
Boris Gold
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SELECCIÓN DE POEMAS
Por Leonardo Morgan
PAISAJE
ADENTRO.
Mi barca “Helena” se mece
en las tranquilas aguas del Peloponeso
por primera vez he salido
a pescar con mi nieto
todo se ha vuelto novedoso
mi corazón es una isla feliz
en los océanos del Paraíso
La pesca ha sido buena
nos hemos divertido
atrapando a los escurridizos peces
freímos un pulpo
en la pequeña cazuela
verdes burbujas de aceite de oliva
revientan perfumando el aire marino,
tenemos pan y también
aceitunas de colores y queso
un vaso de retsina para él
y otros para mí,
de mis infinitos bolsillos de abuelo
brotan unos higos secos
enciendo mi pipa
historias de navegantes
divagan por el humo blanco
es la hora del ocaso
todos son colores amarillos
dorados y ámbar
no contemplo el paisaje
formo parte de él.
LA
LLUVIA SUSPENDE TODO.
El ogro vigilante
arroja un despertador
contra los cristales del sueño,
la cama es una tostada caliente
y yo soy la manteca
que se derrite
y la mermelada de damascos;
abandonarla será
ser expulsado del paraíso
al infierno frío y feo
de la escuela...
Llega mamá en una nube y dice:
está lloviendo mucho
mejor quedate acá...
es viernes y el lunes feriado
cómo no voy a amar a
la lluvia y de paso
a mi mamá?
VOLVER
Y GRACIAS.
Lo que me ocupa es llegar
volver, siempre vuelvo
de una u otra manera,
Vuelvo
pero ya llevo tiempo en Manaus
y el dinero
apenas si llegaría hasta la mitad
de un largo camino:
puedo bajar hasta Porto Velho en barco
hacerme un taparrabos
con una hoja de parra
y auto stop durante semanas
hasta Foz, la frontera
para seguir haciendo auto stop
durante días.
Y no aparece
como un programa tentador.
En la cubierta del barco
se me caen unas lágrimas
monedas fugitivas
de los bolsillos del alma.
No me entiendo:
he cruzado El Amazonas en barco
he cumplido otro sueño de mi vida
pero siempre fui fiel a mis sueños
y los años no me han vuelto
un cocodrilo llorón
que se embelesa en sus reflejos.
No sé qué es
hay gente que cuando les pregunto
por tal o cual ciudad
creen decírmelo todo con
“es muy limpia”
a esos les diría
nunca vayas a Manaus
“es muy sucia”
hay ratas que parecen gatos
y gatos que parecen hombres.
Si fuéramos a comer
pescado frito en el mercado
y tuviera la precaución de hacerte entrar
por un costado que yo me sé
los anfibios hedores
peleando su supremacía
te darían tal coletazo en la nariz
que tendría que acabarme
tu plato casi intacto.
No sé qué es
será que los nativos
me cubrieron
de maldiciones inversas
“ tú nunca te irás de aquí”
“te harás rico aquí
te casarás y serás feliz, aquí
nunca podrás irte de aquí”
o quizás que Manaus
parece decirte
yo soy el centro y de mí todo se aleja
mis visitantes son pocos
por eso ahora
yo seré tu Diosa Madre
y tú, mi mascota querida
estás protegido
ya nunca te faltarán
amor, abrigo y alimento.
Y sin embargo me voy
y estoy llorando en la cubierta del barco
debo ir al sur y por eso
tengo un pasaje hacia el norte
a Belén de Pará
he hecho bien
encuentro una de las ciudades
más bonitas de la tierra
arquitectura colonial portuguesa
y vegetación selvática
de reojo la miro
mientras despliego mi mapa
estudio mis próximos destinos
Fortaleza, Natal , Recife.
cada uno de estos nombres
es un gonggggggggggg
en mi caja de resonancia emocional.
cual si fuera un mantram
repito escuchando mi voz
Fortaleza, Natal, Recife....
Fortaleza , Natal, Recife....
Fortaleza, Natal, Recife....
y hacia los dos costados
se corre la cortina de la precariedad
huyen los gemelos del hambre y del frío
y entra una luz de mujeres-centauro
una espuma sirenas negras
y de calles
y callejones
y barsuchos
y comidas y frutos ignorados
de extrañas casas con historia
asomadas entre árboles gigantescos,
y borracheras
con alegres desconocidos,
Y el mar
enmarcando mis visiones
Fortaleza, Natal, Recife...
no sé cuando ni cómo he de volver
y ahora estoy mucho más lejos
apenas me quedan
unos cuantos collares y pulseras
que a los indios les compré
para trocar por el camino
Fortaleza, Natal, Recife....
Ni cuando ni cómo
Gracias Dios mío.
EL
TELEFONO DE LA REINA.
Por los resquicios de las ventanas
disfrazado de temporal
ruge un dragón impotente
los gatos están adentro
y la casa calentita
Flotamos arriba de la enorme cama
comiendo sanguchitos
y viendo una película de espadachines
dispuestos a dar la vida
por amor a la reina
descorcho otra botella de vino
por amor a la reina
suena el teléfono
¿Señor Finkelstein
quiere comprar un Volkswagen?
-Noooooooo señoriiita para qué?
lo que sí le compraría
por amor a la reina
son otros 1001 momentos como éste
y más amor por la reina
Sí!
no, desde luego
no pretendo que lo entienda,
tampoco se lo voy a explicar
pues… porque estoy en mi casa
y ahora si me disculpa
tengo que ir a arrodillarme plebeyo
y erguirme caballero, adiós.
TOCAN EL
TIMBRE
Por la ventanita de la puerta
aparece una cara
no es un vendedor
de bolsas de residuos
o el miembro de alguna secta
intentando salvar mi alma peligrosa
es un viejo amigo
al que no veo hace temporadas
mi cerebro tarda en acomodar la imagen
ahora tiene el pelo azul
o no tiene pelo
o parece estar mutando
en un puercoespín intelectual
un jabalí amanerado
una rata humanoide
o un zorro sarnoso preocupado
en conseguir una cueva
pero es mi amigo querido
un abrazo
un día normal se viste de fiesta
metemos un pollo en el horno
de todos modos
el pobre muchacho
ya no tenía a donde ir
comemos con las manos
reímos
partimos el pan
nos pasamos la sal
baja el vino
sube la alegría.
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