miércoles, 28 de julio de 2021

De paseo por la cinemateca-Cecilio Olivero Muñoz



-DE PASEO POR LA CINEMATECA-

SOBRE LA PELÍCULA «ALGUIEN VOLÓ 

SOBRE EL NIDO DEL CUCO»

 

Es una película de Miloš Forman, director que a menudo recurre al tema de la reclusión, basada en una novela de un escritor no muy conocido, Ken Kesey. La película se estrenó en el año 1976 en España. Pero la novela es de la década anterior. 


Jack Nicholson interpreta al protagonista, McMurphy. En una labor magistral, se recrea el estereotipo de un ser inadaptado. Es un outsider vicioso, mujeriego y pendenciero a quien trasladan desde la prisión donde se halla condenado a trabajos forzados al hospital psiquiátrico, con el sambenito de que no quiere trabajar. La película transcurre en un sanatorio, y, como en todos los hospitales, se vive ese ambiente tenso en cada rincón, tensión a la que te vas acostumbrando. 


Llevan a cabo una terapia de grupo donde se deja entrever cierto sesgo de temas civiles o raciales, comenzando con el propio personal a cargo de los enfermos psíquicos. Hasta que llega McMurphy y lo revoluciona todo. Como en cualquier hospital psiquiátrico, están aquellos con los que se puede hablar y los que son personas incapaces de comunicarse. Viven en su mundo y se diferencian del resto de enfermos.

 

Es necesario recalcar en el título de la película. Alguien voló sobre el nido del cuco. El cuco es un pájaro que se come los huevos de otros pájaros de su tamaño y los sustituye por los suyos, que son de un color pardusco, y aunque distintos al de otros pájaros, éstos no se percatan del cambiazo. 

 

El personaje de McMurphy sería el cuco, y ¿qué pájaro volaría tan alto como el nido del cuco? Estamos ante la posibilidad de considerarlo un pájaro de tamaño superior. 

 

La enfermera jefa, una mujer insensible y muy autoritaria, es la parte negativa frente a la manera de pensar del protagonista, un crápula en toda regla. La enfermera jefe es una mujer fría, soberbia y sin reparo en controlar a cada uno de los enfermos, lo que en el argot se denomina “observación”, y las enfermeras, dedicadas a dar la medicación de los pacientes y atender sus necesidades, coordinadas a los celadores, que son hombres de raza negra, custodian y vigilan a los enfermos. Hay personajes varios. Pero en el trasfondo se representa a la Norte América racial, ya que a pesar de que son de distintas razas y procedencias, el hospital acaba siendo un pequeño ghetto. El personaje nativo norteamericano es el protagonista opuesto al que interpreta Jack Nicholson.  Es Alto, fuerte y sordomudo. Al menos es lo que todos piensan. Al personaje nativo McMurphy lo denomina “el jefe indio”. Y tras involucrarse ambos en un altercado los envían a la sala de espera para aplicarles un electro shock. Debo recalcar que esta práctica aún se realiza en los hospitales psiquiátricos. 




 

 

Cuando el nativo, al que creíamos sordomudo, le habla al díscolo y pendenciero McMurphy, le confía el secreto de su sordomudez y se deduce que es debida al hecho de sobrevivir y excluirse de la sociedad “normal”, una sociedad que lo margina. Entonces en ese momento transcurre una pequeña charla entre ambos donde el indio le cuenta que su padre era un alcohólico y que no lo dejaban tranquilo. 

 

El perfil de cada enfermo puede resultarle familiar al espectador, dado que hay varios estereotipos entre ellos. Algunos se han recluido por decisión propia y otros están encerrados por algún delito u otros motivos. 

 

La pregunta que nos hacemos es: ¿es viable la intervención por electro shock en estos tiempos? Yo creo que no, aunque se sigue practicando. Incluso la de atar a enfermos a la cama. Y otra cuestión: ¿es McMurphy víctima o realmente para él nada parece importarle? Vean el film y cuestionen ustedes mismos cada personaje. Sin duda obtendrán una buena conclusión. 

 


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