jueves, 29 de diciembre de 2022
Vídeo Aftertrap
miércoles, 28 de diciembre de 2022
Poetastro (Cecilio Olivero Muñoz)
Puede que sea un mal poeta,
poeta que ignora el rastro
del gitano Melquíades y Zoroastro.
Tal vez solo sea Capplannetta
y me digan las editoriales que no encajo.
Quizá sea un epígono,
quizá sea un fingidor sin trabajo,
quizá sea un mero espantajo,
que pierde del todo el tono
de la voz en su gargajo.
Las majas dicen que soy astro,
los lunáticos me llaman pingajo,
he visto cómo se tocaban el coño
escondiendo el pene o el badajo.
No quieren mi poesía
por que rimo sobre rimado,
no quieren la fina lluvia
y el secarral bosteza boca abajo.
Puede que sea la lidia
del toro manso que mansamente
jamás envidia al toro bravo.
Tal vez sea cacofónico,
quizá sea un poetastro.
Yo vengo y me retengo de asesinato
y puede ser que imite a posta
pero soy poeta valientemente
que para ser queso fui de leche
que procura la magia del cuajo.
Mi identidad parece poca
pero quisiera ser agasajo
y no patíbulo a la hora de la horca,
Capplannetta finjo que me llamo
y Capplannetta soy porque amo
al viejo sueño del río Tajo
con su caudal y su ganchero olvidado,
no recuerdo al funerario rato.
jueves, 22 de diciembre de 2022
David Bowie en cinco años (Margarita Bokusu Mina)
BOWIE EN "CINCO AÑOS"
(Poema escrito en enero del 2016)
Corría 1973 y escribió:
"Un policía se arrodilló y besó el pie de un sacerdote,
Y un maricón vomitó al ver esto."
Lo copió una amiga de Facebook
en su muro
Así me enteré.
Una que me gusta
Piensa lo que quieras
Que me cae bien
¿Te vale?
Estos días han dicho:
Bowie cocainómano se volvió loco.
Bowie se arrepintió
de lo peor que hizo en su vida
decir que era bisexual
Pienso que todos lo somos
y si esto es poesía
poesía "modenna"
que nunca he escrito
que baje dios y lo vea.
También dicen:
el órgano sexual
es el cerebro
Pues eso
¿Qué dices?
jueves, 15 de diciembre de 2022
jueves, 8 de diciembre de 2022
Lena-Por Margarita Bokusu Mina
Esta mañana he estado hablando con una niña, Lena, de 9 años, que se parece a Pipi Lamstrung. Mientras, Rosi jugaba con su perra también de 9 años. He soltado a Rosi por primera vez y ha corrido un montón. A Leni la tuvo que dejar su primer dueño porque se fue a un sitio donde no podía haber perros, entonces la comenzó a cuidar una vecina que tiene muchos gatos y algún que otro can. Hace un año un veterinario dijo que había que dormirla y Lena, que nació en Marbella, de madre alemana y padre algecireño, se hizo cargo de la perra, a la que he visto saltar y correr, aunque le fallen un poco las traseras. Es una perra mediana, de caza, que Lena lleva suelta.
Lena sabe alemán y, aunque su madre tiene un alumno al que da inglés, ella no lo habla tan bien y tuvo una "profe", que siendo ella buena, no hacía más que regañarle y gritarle y una vez le agarró del jersey porque había abandonado un desfile para ir a saludar a su madre.
Nos hemos montado en un cacharrito del parque y al decirle que me mareo desde chica ella también me ha confesado que le ocurre lo mismo. Se ha puesto triste al recordar, cuando le he preguntado, que tuvo dos perritos de tamaño pequeño, a uno lo pilló un coche y otro oyó un petardo y saltó por la ventana de una octava planta. También me ha contado que tiene dos hermanas, una es un bebé.
Al cabo de un rato le he preguntado que si sus padres no le prohíben el hablar con
Desconocidos. En ese momento su cara parecía como que se había asustado o preocupado un poco, mirándome como diciendo que no parezco mala, que no podría serlo, pero ya dudando.
Desde pequeña tengo la facultad de hacer replantearse a la peña sus "malas" acciones. Lena me ha dicho que no, que solo le han prohibido juntarse con los niños gitanos de este barrio granadino si no están acompañados de mayores. Luego me ha indicado dónde vive y yo he hecho lo propio a petición suya, a modo de despedida.
sábado, 19 de noviembre de 2022
Federico García Lorca-un poeta para todos-Cecilio Olivero Muñoz
En poeta en Nueva York Federico García Lorca nos habla del desprecio hacia los negros, pero también de la valía de esta comunidad que enriqueció la cultura americana actual y también la internacional. En esta imagen totalmente fascista que muestro se hace sátira aberrante, tanto como de Lorca y los negros que aparecían en los comienzos del cine hollywoodiense. Eran blancos que se pintaban la cara y se ponían labios blancos para reflejar su carnosidad típica de sus labios. Un negro limpiando los zapatos de Lorca aunque sea una alegoría al racismo de cuándo Federico visitó Nueva York en el 1929 antes de ser asesinado en el 1936 por lo más despreciable de la España gris y fascista.
Sin lugar a dudas, Federico resultaba mágico en su defensa del pueblo oprimido, quizá fuese esta la razón de su asesinato, aunque también influyeran otros factores. El franquista Valdés, que era gobernador civil en la Granada del verano de 1936, ejecutó la orden proveniente del fascista y general Queipo de Llano, pero las palabras que lo sentenciaron fueron que le den café, mucho café. El café es negro y es un deleite, pero con esa fórmula se dio muerte al grandísimo poeta y dramaturgo. Lo ordenó el amo y señor de la Andalucía por aquellos años, que era paupérrima y estaba sometida a los caciques. Lo que se mantuvo después de la guerra.
Los años cuarenta en España fueron años de miseria y podredumbre para unos y buena vida para los defensores del régimen dictatorial franquista. Ya lo denunciaba Jaime Gil de Biedma cuando, irónico, afirmaba: a los ricos ni tocarlos. Esa era la manera de pensar en una dictadura que se mantuvo durante cuarenta años.
Resulta fundamental la aplicación de la ley de memoria histórica. Se dice que Lorca fue enterrado por decisión de su padre en la Huerta de San Vicente, en Fuentevaqueros. Es una hipótesis. Pudiera ser verdad. Lo que sí es cierto que, como él mismo predecía en uno de sus textos:
(Quiero dormir un rato
Un rato, un minuto, un siglo
Pero que todos sepan que no he muerto
Cuando se hundieron las formas puras
Bajo el cri-cri de las margaritas
Comprendí que me habían asesinado
Recorrieron los cafés y los cementerios
Y las iglesias, abrieron los toneles y armarios
Destrozaron tres esqueletos para arrancar sus dientes de oro
Ya no me encontraron
No me encontraron
No, no, no me encontraron
No, no me encontraron
No, no, no me encontraron
Pero se supo que la sexta luna huyó
Torrente arriba y que el mar recordó de pronto
Los nombres de todos sus ahogados)
Este es un poema tan profundamente premonitorio que pone los vellos de punta; no se sabe dónde está enterrado. El hecho es que Federico ha sido reconocido como el gran poeta de su época, de su generación por antonomasia. Federico es símbolo de libertad y compromiso social. Quizá por eso lo mataran. El caso es que la figura poética del (…Destrozaron tres esqueletos para arrancar sus dientes de oro…) es, sin duda, la que más estremece. Pues se sabe que lo mataron junto con dos banderilleros y un maestro cojo. En el verso habla ya de tres esqueletos, ¿y el cuarto? Y luego otro fragmento a señalar es: (…Pero se supo que la sexta luna huyó torrente arriba y que el mar recordó de pronto los nombres de todos sus ahogados…). Es sin duda misterioso, premonitorio y todo un símbolo de su propia muerte. Ya que la metáfora que dice …el mar recordó de pronto los nombres de todos sus ahogados… es tan certero como su asesinato. Ya que parece que nos hablara simbólicamente de la Ley de memoria histórica tan necesaria para curar, dentro de lo malo, aquello que no debemos olvidar. “Los nombres de todos sus ahogados”, más claro no se puede decir. Federico era poeta visionario y gran artista. Demos este homenaje que hace recordar a cada muerto en las cunetas de España enterrados.
miércoles, 16 de noviembre de 2022
¿ESTAMOS LOCOS O QUÉ? (Cecilio Olivero Muñoz)
¿ESTAMOS LOCOS O QUÉ?
Los locos no tenemos un Dios anciano,
los locos no tenemos voz, ni conmiseración,
ni consuelo, ni empatizamos con nadie.
Los locos terminamos de morir hace tiempo.
Se reían de Baldomero, sí, se reían descaradamente.
Los locos solamente tenemos lamentos,
gritos babeantes y mucho, pero mucho estigma.
Perdimos la credibilidad con el diagnóstico.
Perdimos la inocencia entre desprecios.
Un loco es un hombre solo,
tres locos son un trío de Rey, caballo y sota de bastos.
La baraja tiene la culpa de nuestra locura,
la hojalata, el llavero entre el terciopelo,
el agua del grifo, la sosegada argucia.
la taquicardia de mamá, los nervios de papá,
el desprestigio que supone dejarte a la deriva
como un haragán que se emborracha de injusticia.
La locura de Nietzsche, la de Don Quijote,
la de tantos y tantos que merecemos soledad.
La risa de los cuerdos,
el apellido olvidado tras los electroshocks,
el veneno que mezclamos con agua para tragarlo.
La locura de Paul Celan, la de John Nash,
es la locura de la que todo el mundo habla.
La locura que tanto temen las muchachas,
la alegría efervescente disipada y sin burbujas.
Estoy desnudo ante los ojos que ríen malvadamente,
estoy sujetado por un vademécum asfixiante
y ya no creo en los silencios con charla distendida.
Suben y bajan las dosis,
cambian las pautas.
Te aborrecen en los secretos que se abren
como un paraguas en plena lluvia.
Es un “no parar” continuo.
Un sentimiento de culpa te toca el timbre
y se va corriendo como una broma para más psicosis.
Nadie tiene la culpa,
sin embargo amamos vivir todavía.
¿Qué hay tras las paredes que golpean los chacales?
No debe haber nadie tras una mirada perdida,
pero el latido es una sensación extraña.
Me extrañan seres queridos.
PENSARES (Cecilio Olivero Muñoz)
PENSARES
Pensar sin pensar que estás pensando,
pensamientos forzados,
aquellos que son tan falsos y estériles
como una fuente seca.
Morir sin darte cuenta que te estás muriendo,
malos y buenos pensamientos,
dejar de ser esclavo del pensamiento.
Que todo es de colores.
Que el silencio sólo contiene tu voz,
deja de contradecir esa máxima.
Que no hay nada mås fecundo que la libertad,
libertad verdadera,
libre pensamiento de agua, de roca a roca,
olvida el amarillento miedo
y el gris del oprobio.
Que la Libertad está en tu interior.
Seguro que te estás echando de menos.
Libérate de todo y echa a volar.
Basta de ir en contra tuya.
domingo, 23 de octubre de 2022
Retazos del pasado-Al pensar en ti-Bertha Caridad
Al pensar en ti...
Quisiera mantener los recuerdos a buen resguardo, dejarlos reposar sin maltratarlos; pero es difícil, demasiado difícil para mí.
Siempre abro el cofre para verlos; es ahí donde están todos los momentos vividos, uno por uno, en cada fotografía, en cada documento; también en algunas cartas.
Todo permanece intacto; las fotografías y las cartas están amarillas, ¡el tiempo!
Quiero recordar y no sé por qué a las personas no les gusta recordar, dicen que no es saludable vivir en el pasado; no lo entiendo así, me gusta volver a vivir los momentos lindos, porque quizás... desde otro ángulo y después de tantos años, la mirada es diferente, y así, muchas veces comprendo la razón de algún mal comportamiento. Cada persona es el reflejo de su pasado, de ese pedacito de historia que todos llevamos dentro, unos para bien, otros para mal. Es imposible borrar cada detalle vivido, y hoy, ahora, después de unos segundos de leer cada letra, o escribirla, o escucharla, será pasado también.
A ciegas extiendo mi mano derecha, quiero ver si tengo «suerte» al buscar en el diario vivir y ver qué tiene el día de hoy para mí, y... ¡Eureka! Para mi asombro ahí está la carta que tanto he buscado, llegué a pensar que se había extraviado, me siento alegre porque he hallado un pedacito de mi historia.
Nerviosa abro el sobre con sumo cuidado, pues con los años ya se han hecho mellas algunas letras; pero como las aprendí de memoria en el ayer, al cerrar los ojos puedo verte y escuchar el susurro de tu voz en cada una de ellas, escucho y escucho muy atenta. Es gracias a ese misterioso poder, el de la imaginación, y sin darme cuenta, lento me aparto de este cruel tormento y por breve instante, ¡soy feliz!
martes, 4 de octubre de 2022
Quiero reinvertarme...(Bertha Caridad)
Quiero reinventarme
y estoy buscando
algunas letras;
nombres, ofensas,
y hurgo dentro de mi,
quiero hallar
dentro de las alegrías,
los malos recuerdos,
algún mal sentimiento
para desechar,
y arrancarlo de raíz,
soltarlo al viento;
pero, es absurdo,
nada veo,
nada encuentro,
es allí, donde más duele,
donde más me empeño
y duele, duele mucho
y mientras más duele
más hurgo y hurgo
y no acierto,
le miento
a mi sombra,
y nada nombra,
sombra, si me dejaras ver;
pero solo, entre nieblas
veo ángeles, muchos ángeles
entre ramas rotas,
se esconden,
se me pierden,
aumentan y aumentan
cada día más y más
por este borrascoso tiempo,
solo hallo
borrosas ausencias,
silencios, muchos silencios,
lo sé muy bien,
por más que busque
jamás jamás,
volveré a verlos,
huele a cenizas
nada encuentro entre ellas,
todo todo todo
se lo llevó él,
¡el bendito tiempo!
Sábado, 3 de septiembre del 2022.
Bertha Caridad.
jueves, 15 de septiembre de 2022
18º Número de la revista literaria Nevando en la Guinea.pdf
jueves, 25 de agosto de 2022
Documental-Escritores y poetas argentinos-Nevando en la Guinea-Rolando Revagliatti
sábado, 20 de agosto de 2022
Pavle, el yugoslavo-Juan A. Herdi
Toda patria es relativa.
Esto lo deduje gracias a Pavel, a quien conocí en Lisboa una tarde de otoño. Él trabajaba como mozo de equipaje en el aeropuerto. Me atendió cuando fui a recoger un paquete enviado por avión. Detecté en su habla, tan pausada como cantarina, un acento angoleño bien marcado. No obstante, su rostro era claramente eslavo. Como no había nadie en el almacén, aproveché para colmar mi curiosidad.
―¿De dónde es usted?
Me di cuenta de inmediato que mi pregunta podía incomodar por directa y maleducada en aquel mundo lusitano tan correcto. Era la primera vez que nos veíamos, además en un contexto laboral, por lo cual estaba fuera de lugar interesarse por aspectos tan personales y quizá estereotipados. En caso de notar su fastidio, me apresuraría a aclarar que yo era español, ya se sabe que los españoles siempre faltan a la cortesía por directos.
Sin embargo, no pareció molesto.
―Si la patria es la infancia, soy angoleño; si la patria es el lugar donde resides y amas, soy portugués; si la patria es un pasaporte, soy yugoslavo.
―Pero si Yugoslavia no existe –imposible no disimular mi sorpresa por la última referencia; miré un calendario colgado en la pared, a mi derecha: me confirmó que estábamos en 2022.
―No existirá para usted.
Del bolsillo de su chaqueta, colocada en el respaldo de una silla detrás de él, sacó un pasaporte yugoslavo. Reconocí la bandera, tres franjas azul-rojo-blanco y una estrella roja bordeada de amarillo sobre la franja central. Por lo demás, saltaba a la vista que el documento era antiguo, aunque estaba como nuevo.
Me contó que su padre trabajó en la agencia de cooperación de la República Socialista Federal y lo destinaron a Angola.
―Yo apenas tenía unos meses cuando viajé con ellos.
Ahí pasó toda la vida. Volvió al país de origen tres veces, siempre de vacaciones, y hacía tiempo que no había viajado allí, nunca desde que estalló la guerra de los Balcanes con su desenlace. Hubiera podido acogerse a la nacionalidad Serbia, pero aquel país le resultaba en 2003 demasiado lejano.
Adoptó la nacionalidad angoleña, me aclaró, y viajó a Lisboa poco después, enamorado de una portuguesa que residió un tiempo en Luanda.
No quise preguntarle de dónde se sentía realmente. Detecté no poco orgullo por conservar aquel pasaporte que resultaba una pieza de museo, al tiempo que hablaba un portugués bastante pulcro («Minha lengua é a língua portuguesa», escribió Fernando Pessoa a través de Bernardo Soares, lo ratificó el argentino Juan Gelman al señalar que toda lengua es una patria, supe que él hablaba serbio como lengua familiar, la primera que aprendió; por otro lado, tanto Luis Cernuda como Max Aub se refirieron alguna vez a la patria imposible o perdida. Por tanto, había suficiente literatura que de algún modo legitimaba sus palabras).
La entrada de otras personas al almacén terminó nuestra breve conversación. Asumí que el mundo era ancho y diverso. Quise creer entonces, y lo creo todavía hoy, que para bien.