sábado, 22 de enero de 2022

Reflexiones de una ondjundju-Sobre Sollozos de mujer, Esperanzas del corazón-Juliana Mbengono



Un comentario sobre “Sollozos de mujer, esperanzas del corazón”

Antes de que mi amiga Anita Ichaicoto Topapori presentara su segunda novela, Sollozos de Mujer, esperanzas del corazón, tuve la oportunidad de leerla. La leí incluso antes de que enviara el borrador a la imprenta, pero el resultado final no se parece tanto al borrador que leí por primera vez. Ya que Anita es feminista, guerrera y bubi, su literatura siempre reivindica la igualdad de derechos y esta vez no ha sido diferente.

Entre reflexiones y recuerdos, la protagonista principal, Leoner Belako, va narrando su historia de amor con Wilelo, su novio de la infancia; también nos muestra como algunas mujeres prefieren ser infelices en la opulencia antes que ser libres en la miseria. La novela tiene 20 capítulos breves en 144 páginas, es muy fácil de leer; pero no de entender, los recuerdos y las reflexiones hacen que sea necesario prestar atención a cada línea.

Antes de continuar, quiero decir que esto no es una reseña. Al terminar de leer la novela, me di cuenta de que, a pesar de que llevo 21 años en la isla de Bioko, no sé casi nada de los bubis; también tuve ganas de tener a Ana de frente y decirle un par de cosas: como que muchas mujeres alrededor del mundo son madres solteras por haberse topado con padres irresponsables e insensibles, por tanto que muchas mujeres bubis hayan tenido que criar solitas a sus hijos no las convierte en revolucionarias. Lo que sí considero de revolucionarias es que esas mujeres siempre buscaban su independencia económica y no esperaban que un hombre fuese la solución, sino una pieza clave, aunque no imprescindible, para alcanzar el éxito.

Anita, nunca pierde la oportunidad de decir que su etnia no es matrilineal porque sí, que las mujeres pelearon para que sea así; sin embargo, esto parece una teoría y nada más. Es verdad que son las tías, y no la madre, quienes toman la delantera en la boda de una hija, lo mismo pasa en otras etnias; al fin y al cabo, quienes toman la palabra en el último momento son los hombres y el primer apellido de los hijos es del padre.

Lo que realmente me resulta sorprendente es que en la etnia bubi la mujer logró mecanismo para proteger su herencia. Por ejemplo, desde tiempos remotos, según se narra en Sollozos de mujer, esperanzas del corazón, las hijas bubis siempre han tenido derecho a heredar igual que los hijos. Y eso no es todo, una madre de familia bubi tiene derecho a proteger su herencia tras la muerte de su marido; por eso, los hijos no podían heredar los bienes comunes del matrimonio. Ella seguía siendo la dueña y responsable. Me atrevo a decir que, en este aspecto, los bubis se adelantaron a muchas culturas alrededor del mundo.

Quizás la novela de Ana no enganche tanto por esa historia de amor tóxico con un final feliz; pero tiene esa magia que atrapa a los lectores sedientos de cultura. Sollozos de Mujer, esperanzas del corazón podría ser un libro de historia sobre la cultura bubi, un ensayo feminista para hombres y mujeres o una historia de amor. Todo depende de las gafas que se ponga el lector antes de abrir el libro de tapa blanda.

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