Como a todos en este mundo
a mí me llegará mi hora.
Eso será cuando Dios quiera,
pues Amén será así sea,
si me quieren como difunto
o no quieran que así sea.
Más grande es mi tentación,
tan grande como mi pena.
No puedo pedir conmiseración
ni puedo ser quien yo era,
yo ya no suplico absolución,
ni lloro yo por cualquiera,
sólo llora mi corazón
por la muerte de quien yo quiera,
le digo al Señor Amén
quiera Dios lo que Así sea.
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