martes, 7 de marzo de 2023

Historias de Mujeres- Margarita Bokusu Mina

 


He estado tres horas dando bandazos: salí de casa hacia el ambulatorio. En cuanto abrí la puerta también lo hizo mi vecino, alguien que me atrajo físicamente y por su simpatía cuando se instaló en este bloque el verano pasado y con el que llegué a almorzar, pero del que se me quitaron las ganas cuando me enteré que tiene trece años más que yo y novia. El caso es que hemos hecho la mitad del trayecto juntos, pero guiaba él. Me ha dicho que me oyó en la entrevista de radio que me realizaron hace unos días, la tercera en tres meses. Le he comentado que estoy un poco harta de hablar sobre mis novelas porque también llevo diez años escribiendo relatos y artículos en diferentes medios y no ha servido para que me quiten de ser una esclava. Me planteo estar pendiente de Internet para ayudar a animales y poco más. He terminado pronto donde el médico, he comprado algo de comida, me ha dado tiempo a desayunar y he ido también a renovarme el DNI por aquí cerca, pero he fallado en que había que pagar en efectivo así que he dado otro paseo de treinta minutos para sacar dinero de un cajero.

He regresado donde vivo de alquiler con la intención de compartir un par de vídeos que me enviaron mis alumnos para conmemorar el 11 de febrero, Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, pero he visto un concurso literario acerca de historias sobre mujeres y no me he podido resistir en participar con este texto.

Se me ha venido a la sesera la historia de mi amiga Alejandra que, cuando se licenció, se marchó a Edimburgo donde estuvo unos años trabajando: primero de camarera, luego de dependienta, posteriormente en una academia para dar clases de inglés a extranjeros y de allí le salió el viajar en cruceros dando clases de español. También le dio por ir a bares donde se bailaba salsa y así conoció a un australiano que se había dado un año sabático para conocer mundo. Mi amiga se enamoró y siguieron en contacto. Tenían la idea de que ella dejara el Reino Unido para irse a vivir juntos. Un día, una amiga de él se puso en contacto con Alejandra para decirle que su amor iba a ser padre. Él le aclaró a mi amiga que aquello había sido la historia de una noche y que no quería saber nada de aquel niño. Entonces, en uno de los cruceros que pasaban por Australia Alejandra decidió desembarcar. Cuál sería su sorpresa cuando vio que este hombre le tenía preparado un billete de vuelta excusándose con que todavía no tenía tan claro lo de convivir y bla, bla, bla. Alejandra decidió no saber nada de él y se echó otro novio pero no estaba contenta porque este era muy celoso. Un día el australiano se puso en contacto, le dijo que no la podía olvidar, quería que viviesen juntos y que haría todo lo que ella le pidiese para demostrarlo. Alejandra le pidió que fuera a buscarla. Entonces este hombre recogió a mi amiga y con ella tuvo dos hijos, aunque antes, nada más aterrizar, quiso conocer a su primogénito y mi amiga volvió a estar triste porque él le pidió

 

que no le acompañase ya que la madre de aquel bebé no quería verla. Total, pasó un lustro y Alejandra pidió el divorcio cuando descubrió que su esposo tenía otro hijo con la misma señora.

Otra historia es la de Rita, que lleva más de un cuarto de siglo en Venecia. Es malagueña y tiene una hija, motivo por el que no ha regresado a España, pero echa mucho de menos su tierra, su sol, su pescaíto frito, el calor humano… Así como yo me desahogo, me expreso y me comunico escribiendo, ella, desde la pandemia, lo hace a través de unas fotografías que manipula. Rita ha estado rodeada de arte porque trabaja en los museos.


Otra superheroína de barrio es mi hermana, que lleva más de dos décadas viviendo en el campo, en gran parte sola, teniendo que acarrear alpacas que pesan casi más que ella para darle de comer a dos caballos y que tira adelante siendo administrativa con solo mil euros mensuales y la mitad se le va en alimentar a los animales. Está más delgada de la cuenta, consumida, porque cuidar a los animales lo hace con mucho gusto pero tener que ser administrativa la sobrepasa. Para mí también sería un gran regalo si pudiera vivir de mi literatura, en el campo, cerca del Mediterráneo, cuidando a la Pachamama, a perros, gatos y gallinas. Mi hermana tuvo que deshacerse de las cabras hace poco. Tanto trabajo le ha afectado a la salud.

El otro día fui a desayunar, como los pavos porque nos dan media hora pero entre que llegas, pides, pagas y te sirven, realmente para desayunar tienes quince minutos como mucho. Me senté con una compañera, Carmela, y le dio tiempo a preguntarme cuántos años tengo y a contarme lo siguiente.


Pensaba que tenía como ella, cuarenta, pero tengo la edad de su madre. Me sorprendió porque la había parido con catorce años. Con trece conoció a su novio, que tenía quince, se enamoraron y se escaparon para que las familias los aceptaran. Cuando iba a parir no sabía ni por dónde iba a hacerlo y Carmela añade: "pero sí que supo hacerme". El día que mi compañera pisó la universidad iba acompañada de su padre y las futuras amigas pensaron que era su pareja. Cuando Carmela tenía veinte años vio que faltaba la ropa de este señor. Se había ido sin mediar palabra, con una amiga de la familia y ya no supieron más. Dice que lo que le da pena es que no ha conocido a su hijo, es decir al nieto, y que su madre no ha querido saber nada de otro hombre.


sábado, 4 de marzo de 2023

Reflexiones de una ondjundju-¿y los euroamericanos?-Juliana Mbengono

 


En los Estados Unidos, me he encontrado con carteles que describen a la gente como “african american”, “indio americano”, african-native american”, “latino”, “nativo de Alaska” … pero hasta ahora no he escuchado a alguien hablar del grupo de los euroamericanos: estos, simplemente pueden llamarse americanos o blancos americanos, a veces se habla de su ascendencia inglesa, alemana...

Me parece “impresionante” que, precisamente, los que llegaron a invadir y a ocupar un territorio que no era suyo sean los americanos propiamente dichos; y los que por derecho vivían en esos territorios desde tiempos remotos sean los que deben explicar su condición como americanos. Los hay incluso que no terminan de ubicarse, un ejemplo sería Dwayne Johnson, este señor es considerado por muchos como afroamericano, para otros es un samoano-americano y para otros tantos es un americano-multicultural. 

Mi breve estancia en los Estados Unidos de América ha estado llena de cosas sorprendentes y sé que habrá muchas más. Quizás ahora mismo esté cuestionando el hecho de que no se use el término “europeo americano” pero “africano americano” sí. Sin embargo, estos mismos afroamericanos que reclaman su pasado negro y lamentan lo mucho que perdieron al ser arrancados de la “tierra madre”, a menudo nos miran por encima del hombre o incluso con cierta aversión por venir a su país. También he tenido el placer de encontrarme con afroamericanos que me han tratado con una amabilidad extremada en los aeropuertos y otros lugares por ser su hermana africana. ¡ojalá tratasen a todo el mundo así en todas partes!

Volviendo al tema, la primera potencia mundial podría estar construida sobre un territorio invadido que nunca se descolonizó. Y es aún más delirante que los blancos sean los supremacistas en América; por supuesto que nadie debería padecer este mal en pleno siglo XXI, en la era de Internet y el conocimiento libre. Pero ya que el mal existe, los que menos podrían justificarlo son las personas blancas que llegan al extremo de quitarle la vida a otros con la excusa de que los Estados Unidos de América son un país blanco.

La diversidad es riqueza y las etiquetas necesarias para el orden y el control. Pero que unos sean indio americanos o africanos americanos, mientras otros simplemente son blancos americanos o americanos y ya; podría ayudar a que un cerebro con menos neuronas crea que todos los demás están invadiendo su casa, quitándole el empleo o ensuciando sus calles con su color, sus costumbres o su olor.

En conclusión, si vamos a decirles a repetirle a un grupo que viene de África o de América latina, recordémosles a los otros también que vienen de Europa; quizás esto ayude en algo a que todos sean conscientes de que la tierra sobre la que caminan no es de ninguno de ellos, no es más de unos que de otros.


lunes, 13 de febrero de 2023

La eterna sed (Cecilio Olivero Muñoz)

 


Tú me conoces tal vez

tras poner patas arriba mi mundo,

por ponerme mi mundo al revés.

Yo quisiera ser y no ser,

pasan los sueños de puntillas,

encuentras salada la miel,

empalagan las cosas si me humillas,

estas letrillas afines a mi ser

no quiero pasarlas a hurtadillas,

que renacen de mi proceder

entre bosquejes insurrectos,

total, para verse enloquecer;

una vida esta vez sin argumento,

mala es la vida de entre medio,

sed, sólo sed. 


lunes, 30 de enero de 2023

Ensayo General (Cecilio Olivero Muñoz)

 


Yo a esta vida zafia no le veo ningún sentido.

Esta vida sin sustancia es un sinsentido.

Esta vida sin la magia hace mucho ruido.

Esta magia sin la vida tengo ya asumido.

Dadme el toque de gracia solamente pido.

Te regocijas en la desgracia, lo he vivido.

Es una falacia con nombre y apellido.

No practico coprofagia y nunca más he sido

un peón ante la infamia ni siendo un resentido.

Purgante en parafarmacias lo tengo atribuido.

No quiero por antonomasia ser idiota compungido.

Soy asfalto y verbigracia de un desaparecido.

Soy la gran estafa de un porqué tan afligido.

No creo en burocracia si todo está prohibido.

Todo en consonancia a nadie he consentido

escogiendo itinerancia del pájaro sin nido. 

Me cansa esta gracia, ya no es divertido.

No sé sí petulancia es tu rol de desabrido.

Podemos ser España en un estado unido.

No quiero pingüe tinglado entre lo desconocido.

  Sol de invierno, frío es Londres, mucho ha llovido.

Mi familia me conoce, yo lamento hayan sufrido.

Soy locuelo sin maña, tanto llevo yo aprendido…

Jamás ninguna amante, jamás me ha querido.

Rollitos de primavera, en verano total surtido.

Resurgir ante la demencia del gemido fingido.

Tengo incontinencia y me pongo todo perdido.

Busco en mi conciencia un día entretenido.

Mala estratagema, un sol arrepentido. 





viernes, 27 de enero de 2023

El Lugar Fantástico (Bertha Caridad)

 


¿Soñar? No, no quiero soñar pues por experiencia sé que los sueños muchas veces se convierten en grandes pesadillas, solo te diré que vivo rodeada de ese fuerte olor a salitre, te impregna los sentidos al respirar, el verano es eterno, y los habitantes, ¡Uy! Sus habitantes son de inmensa variedad, como en cualquier lugar, aquí, la mayoría son serviciales y muy bullangueros, ¿para qué contar más?


Mencionar un lugar famoso cerca del lugar donde vivo y ante todo que no lo haya visitado, ¡uf! Es buena tarea, de ese tema puedo escribir largas horas; pero, no me gusta contar de mi pequeña geografía, para no entrar en contradicciones, son muchas y además, ha cambiado tanto… tanto, razón por la que prefiero imaginar, es más saludable; y si te digo te estaría privando del placer de la imaginación, imaginar es algo maravilloso, es como ser niños otra vez. Así, eres libre, tú puedes decidir, puedes pensar y ver a tu manera.


¿Dónde vivo, lugar famoso sin visitar? No, mejor no lo digo porque prefiero huir de la realidad, prefiero imaginar y pienso, en este instante… vivo cerca de un lugar precioso colmado de ensueños. Es una pequeña ciudad, hace algunos años la visité y viví entre cuentos con pequeños duendes, era la magia en vivo, eran fantasías convertidas en realidad.

Donde vivo hay muchísimos lugares famosos sin visitar, en él, se mezclan las razas, reina el amor, la amistad, se une el cielo con el mar, con montañas, con lagos, y los ríos se divierten en su constante fluir, formando arcoíris para ti y para mí.


Vivo, donde quiero estar, ante todo, rodeada de amor, mucho amor, ¡es sencillo, al escribir!


https://berthacaridad.wordpress.com




viernes, 20 de enero de 2023

Victoria (Cecilio Olivero Muñoz)

 


VICTORIA

 

Barrio de la Victoria 

lejos estoy de Sabadell,

sinsabores promete esta gloria

y unos Borgia del solera de Jerez, 

me perviertes la huidiza memoria

todavía soy de analogía y cassette,

tal vez quiera hacer historia

como tantas espinas tenga este pez,

si la vida es una noria

que bajas cuando te mareas;

es verdad que nadie te cree,

después bajan todas las mareas

y este maldito seas

tan frío, tan del revés.

Esta culpabilidad ni se menea,

esta voluntad está por ver,

esa histeria de ojos en blanco

si no vienes yo me apalanco,

dos y dos son tres,

yo te hablo de usted

y usted me tutea, 

fumo en el lavabo

como los Deep-Purple

aunque no sepa hablar inglés. 

sábado, 7 de enero de 2023

Si pudiera contar las alegrías-Bertha Caridad

 


Si pudiera contar las alegrías...


Si pudiera contar las alegrías una por una, enlazarlas y colgarlas al cuello, resollar y volverlas a contar; sonar cual cascabel y ser fiel como el perro que me ayudó a crecer donde quiera que él esté, ¡por supuesto... pudiera ser!


Si pudiera ver las tristezas cual espinas, guardadas en cualquier lugar, quizás... en el corazón, la memoria, en mi tranquila conciencia, o qué se yo, no me importa hasta donde las llevé si la lluvia las transformó en rosas, ¡maravillas del señor! 


Si pudiera liberar rosas marchitas; rosas y espinas juntas, dejarlas florecer otra vez, así, escaparían las tristezas y se volverían trocitos de cristal, y correr, y cantar como el risueñor sin dejarle espacio al rencor, sentir que existe amor, solo amor, ¡seré tonta! Eso creo hoy. 


Si pudiera no guardaría ni una espina más para no herir, no es egoísmo, ¡no señor! Si las guardo hieren mi alma, además las rosas no florecen en el interior, ¡necesitan tanto tanto de La Luz del sol!


Sábado, 7 de enero del 2023.


Bertha Caridad.