sábado, 30 de diciembre de 2023

Mañana despediremos al viejo año…Bertha Caridad

 


Mañana despediremos al viejo año, rápido pasa el tiempo, sin dudar el desconcierto por lo vivido y las esperanzas en el nuevo año viven entre nubes para mí, las veo cruzar cada amanecer cual palomas; mi mensajera ideal.

Hoy, son nubes de invierno, ellas vuelan vuelan… sin rival, dónde estarán los sueños, da igual si ellas interceptan estelas en mi mar.

Nubes, mar, sueños, esperanzas; las observo. De mis grandes amores bebo cada palabra, en mi pensamiento las puedo dibujar, todo para mí describen, cada letra se entrelaza por aquí y por allá, ustedes… andan así, y al andar de ese modo veo mis sueños, mis desesperanzas; siento el latir de cada minuto, quedan pocas horas del año 2023 y percibo… ¡cómo de a poco todo todo se va; no más!

Les deseo a todos mucha salud y prosperidad en el 2024 Dios los bendiga.

Sábado, 30 de diciembre del 2023.

viernes, 29 de diciembre de 2023

El reencuentro- Antonio Miguel Oliveros Quiroga



Hacía poco que habían inaugurado el local y él había estado fuera todo el verano, así que estaba decidido a comprobar lo que le habían contado y para eso el mejor día para hacerlo era este. No solía ir por este tipo de locales pues el baile no era su fuerte y para tomar una copa con los amigos prefería otros sitios más tranquilos, pero sabía que ellos estarían allí y quería celebrar su vuelta del veraneo. Para el día de la semana que era le sorprendió la cantidad de gente que había, sus amigos le esperaban junto a una de las barras del bar, porque no habían conseguido mesa por estar todas reservadas, así que se dispusieron a tomar algo y cuando se cansaran saldrían a alguna de las terrazas existentes en el exterior. Así fue como coincidieron con un grupo de chicas que como ellos habían salido a la terraza para descansar y tomar algo al aire libre. Estaban en mesas contiguas y él se quedó mirando a una de las chicas a la que no tardó en reconocer pues era una antigua compañera de instituto, pero que hacía varios años que no la había vuelto a ver El cambio que esos años habían realizado en su cuerpo fue lo que más le impresionó, era guapísima, su melena morena, los ojos grandes, alta y un cuerpo exuberante.

Ella se dio cuenta que la miraba y al cruzar sus miradas le sonrió, lo que le confirmó que también le había reconocido, eso le sirvió para levantarse de su silla y dirigirse a saludarla. Él se acercó un poco cortado y no sabía cómo expresar su alegría... ¿con un beso en la mejilla y cómo estás? ¿darle la mano y qué tal?... en ello pensaba cuando llegó a su altura y cuando reaccionó estaban abrazados con sus cuerpos estrechados, tras un fuerte abrazo por parte de ella su corazón latía como un caballo desbocado. A continuación empezaron con las preguntas y los recuerdos durante un buen rato, que se despidieron de sus respectivos grupos de amigos para irse a otro lugar donde estuvieran más tranquilos y disfrutar del reencuentro con más calma, pues ella también se había quedado sorprendida al reconocerlo y el volver a encontrarse prometieron no tener que estar tanto tiempo sin verse. Han pasado muchos meses desde aquel reencuentro y las cosas no pueden ir mejor, al cabo de unos meses se habían ido a vivir juntos, y cada día eran más felices, pues sus vidas se habían adaptado incluso tenían en mente pasar por el altar, pero antes pensaban pasar unos días de descanso antes de la época estival y que tenían planeado hacía tiempo. La casa rural estaba en un pueblo de montaña y como era primavera el campo estaba como un jardín lleno de flores y rebosante de colores, por los arroyos corría el agua transparente y fría del deshielo de las montañas cercanas que habían estado nevadas durante todo el invierno. Era como la estampa que les había hecho elegir ese lugar para celebrar el primer año juntos y todo estaba saliendo como ellos habían planeado, los días que llevaban allí eran los más felices que podían imaginar y así fue hasta la última tarde que después de comer decidieron dar un paseo por los alrededores antes de partir y dejar la casa. A la vuelta para recoger sus cosas de la casa vieron que la puerta estaba abierta y la habitación de la entrada toda revuelta, oyeron un ruido en el piso superior que los sobresaltó, e intentaron salir de la casa pero al volverse se dieron cuenta que había una persona en la puerta de la entrada que les impedía el paso con un arma en la mano, esto les hizo retroceder hasta la mesa que estaba en el centro y parar en seco.

Al momento otro individuo salió de la habitación dirigiéndose al del arma y le dijo que no había encontrado nada de valor y que lo que tenían no era lo que buscaban, mientras el primero seguía amenazándoles, el otro les ató las manos atrás pidiéndoles todo lo que tuviesen de valor y una vez que se lo entregaron a él le golpearon en la cabeza dejándolo aturdido y lo sentaron en el sofá, a ella la violaron una y otra vez en la alfombra mientras gritaba de dolor y a él le apuntaban con la pistola en la frente. Así durante un tiempo que se les hizo interminable hasta que por fin los asaltantes decidieron marcharse y dejarlos tirados en el suelo. Estaba ya anocheciendo cuando ella pudo quitarle las ligaras de las manos, estaba bañada de sangre y no dejaba de llorar, él una vez libre la llevó al baño y ayudó a que se aseara un poco, no deba crédito a lo ocurrido intentaba consolarla pero era tanto lo sufrido que no podía tranquilizarla, buscó entre el desorden de la estancia la llave del coche para llevarla al hospital más cercano, cuando por fin dio con ella se dispusieron a marchar sin recoger nada pues los habían dejado sin los teléfonos móviles y sin el dinero. El estado de nervios que llevaba él y el desconsuelo de ella eran muy grande y la carretera estrecha llena de curvas se hacía interminable, cuando ya se divisaban las primeras casas de la población el coche se salió de la carretera y se precipitó por un terraplén dando varias vueltas de campana. Él salió despedido del interior del vehículo sin darse cuenta de lo ocurrido, perdió el conocimiento y no lo recuperó hasta pasadas varias horas en la habitación de un hospital. Ella quedó atrapada en el vehículo y sin vida, a causa de los golpes como consecuencia de las vueltas que dio el coche hasta el fondo del barranco y cuando llegaron las asistencias no pudieron hacer nada por ella. Desde entonces él no puede con la pena por la pérdida de la persona que más quería y que nada pudo hacer por ella cuando tuvieron el fatídico accidente, por culpa de unos indeseables para robarles sus vidas y la felicidad de dos personas que se amaban. Ahora con la caída de la noche le llega la tristeza, cuando duerme las pesadillas le hacen despertar con sobresaltos y miedos que no puede controlar, esto le pasa desde recobró la conciencia en el hospital donde estuvo ingresado y desde entonces vive con una gran amargura, por haber perdido a la persona que más ha querido. Desde el fatídico accidente deambula cada noche por los barrios más problemáticos de la ciudad y no sabe muy bien lo que busca pero tampoco se lo ha planteado nunca, se limita a dar vueltas por las calles y de vez en cuando entra en algún bar a tomarse una copa y observa a los clientes que hay, porque sus pensamientos siempre están los asaltantes que por su culpa perdió su amor y trágico final que tuvo. No se le borran las caras de los dos agresores y el sufrimiento al que les sometieron con el bárbaro y salvaje abuso sexual a ella, nunca lo podrá olvidar porque es como un puñal clavado en su pecho. No ha imaginado cómo reaccionaría si se los volviera a encontrar, pero tiene la esperanza de que algún día se hará justicia aunque el tiempo pasa y las autoridades no han avanzado en sus averiguaciones a pesar de tener las referencias personales del aspecto físico de los asaltantes. A ellos les podrán juzgar por el asalto por la violación cuando los detengan, pero él mismo también se siente culpable por no haber tenido calma en la conducción en una carretera tan peligrosa que apenas conocía, los nervios y la rabia le jugaron una mala pasada con la precipitación que le condujo el asalto y trágico final. En esto pensaba mientras caminaba por una calle cuando de uno de los locales salían gritos de auxilio y el sonido de un disparo le llamó la atención, corrió hacia la puerta de entrada, pero al llegar algo le detuvo en seco y cayó al suelo, le paso una persona por encima apresuradamente y acto seguido un nuevo disparo sonó en el interior, pero no llegó a dar en el blanco, pues a quien iba dirigido ya había escapado corriendo y giraba la esquina. El hombre con el arma en la mano se paró en la puerta y al verlo en el suelo, le ayudó a levantarse mientras no dejaba de mirar al que yacía en medio del local, se fue hacia él y comprobó que aún vivía, inmediatamente llamó a la policía y se aseguró que no podía escapar. No tardaron en llegar policías, ambulancias y curiosos, que se acercaron al escuchar el jaleo... pero la sorpresa fue cuando las asistencias giraron la cara del herido él no lo podía creer... era uno de los asaltantes de su desgracia, así se lo comunicó al policía que le estaba interrogando como testigo, era el que le ató las manos y vigilaba mientras el otro violaba a su novia…En la declaración del dueño del establecimiento contó que estos dos individuos eran muy conocidos en la zona y aprovecharon en el momento que no había nadie en el bar para intentar robarle , le encañonaron con la pistola pero en un descuido él se la quitó de las manos al que parecía llevar la voz cantante el otro intentó apuñalarle y por eso disparó, al verse desarmado el primero, salió corriendo y tropezó con el que acudió al auxilio pero consiguió escapar antes del segundo disparo. Al herido consiguieron reanimarle las asistencias aunque la herida era grave y tardaría en recuperarse. En su pensamiento ahora está el saber qué pasará con su caso, la policía ya sabe quiénes fueron sus asaltantes, el herido está detenido y el cómplice en busca y captura, es cuestión de tiempo su detención según la policía. Estos dos individuos no son ajenos a los arrestos por pequeños robos y asaltos a viviendas, pero nunca habían utilizado armas de fuego ni habían sido denunciados por violación, así que en esta ocasión pasarían varios años en la cárcel. Pero a él... ¿quién le quita la pena y el sufrimiento de su corazón?

sábado, 9 de diciembre de 2023

Reseña literaria- Juan A. Herdi

 


Manuel Vázquez Montalbán

Los papeles de Admunsen

Edición de José Colmeiro

Narvona Editorial, 2023

 

El año termina con un regalo literario de enorme valor: la publicación de Los papeles de Admunsen, la primera novela, hasta hoy inédita, de Manuel Vázquez Montalbán, en una edición del profesor José Colmeiro, quien plantea en un breve pero interesante prólogo muchas de las claves contenidas en el relato y que en gran medida, como él mismo señala, anticipa las preocupaciones, motivos y técnicas del autor barcelonés.

Escrito a la manera de una crónica novelada, forma muy propia de Manuel Vázquez Montalbán, la novela cuenta varios momentos en la vida de Admunsen, publicista en un país no identificado, nórdico sin duda, pero tras el cual no es difícil reconocer una España aún bajo los efectos de la dictadura, pero con elementos que anticipan el tránsito hacia una modernidad consumista y a todas luces conformista, a pesar de las críticas y la actitud activa de su protagonista, no exenta de muchas dudas por su parte acerca de la realidad social que contempla y la viabilidad en las formas de reaccionar ante ella.

Se intercalan en el relato los escritos íntimos del propio Admunsen, con reflexiones acerca de la propia vida y de lo que la envuelve. Así, convierte el texto en un ejercicio de composición que muestra bien a las claras la dificultad de conformar una mirada sobre lo real que permita aprehender en toda su envergadura lo que ocurre a nuestro alrededor, entenderlo y asumirloEl autor refleja en esta primera novela, escrita a principios de los sesenta, muchas de sus preocupaciones, las preocupaciones emocionales y sentimentales de un autor fundamental, y nos ayuda a comprender mejor los mecanismos de integración personal en un contexto social cada más complejo y distanciado de nuestra individualidad.

Resulta imposible no congratularse con esta publicación, nada menos que veinte años después de la muerte de su autor, que contribuye a recuperar a uno de los escritores más interesantes de la segunda mitad del siglo XX español, uno de las más finos observadores de la realidad, que a su vez permite entender los entresijos de una sociedad cambiante, con una intrahistoria que necesita airearse, sin duda, porque nos permite comprender no pocos aspectos de lo que somos como sociedad.

jueves, 23 de noviembre de 2023

Soñé con un poema…(Bertha Caridad)





 Soñé con un poema; en el sueño no entendí por qué el verde de tus ojos me gritaba… ¡Regrésamelos! Egoísmo total, pensé alucinada, en ese instante se disiparon mis ilusiones más allá de mis sueños, del mar, y en el horizonte pude ver navegar mariposas de terciopelo entre copos de algodón.

Veo tus palabras irse con el viento, las envuelve el verde intenso del mar, jamás regresarán, en silencio contemplo la escena, el susurro del viento consuela mis desvelos. Cual ermritaño lloro, y en mi andar por extraños caminos me pierdo; me sorprende el atardecer junto a extraños arrecifes de coral.

Regreso una y otra vez a mi embeleso, y me deslizo lento imaginando lirios en tu boca, en mis sueños locos los beso, no comprendo por qué nunca más veré el rocío en tus ojos. Mis mañanas de otoño cambiaron, y sé que será muy frío el invierno, aun así esperaré junto a la chimenea, me acurrucaré bajo tu frazada escarlata; y… ¡esperaré tranquila, porque quiero ver otra vez la primavera!

Jueves, 23 de noviembre del 2023.

Bertha Caridad.

jueves, 16 de noviembre de 2023

Andaluz y ronquillero- Antonio Miguel Oliveros Quiroga

 


Soy Andaluz…no soy gracioso, no sé cantar, no sé tocar las palmas ni contar chistes, tampoco me gustan los toros, mi acento lo perdí porque era un niño cuando salí de allí. Pero lo que siento por mi tierra… es lo más grande que alguien puede sentir, el pueblo donde nací, su gente, sus tradiciones, sus fiestas, su alegría y su forma de vivir.

Sus montes y sus riberas, todos los rincones que de niño conocí, están en mis recuerdos y mi sentir, SOY RONQUILLERO, SEVILLANO Y ANDALUZ.

Muchos tenían que salir a otros lugares para poder trabajar y la emigración fue una de las salidas que encontraron muchas familias, para darle a sus hijos una vida más digna.

Mi familia fue una de éstas, que salieron pensando en la vuelta algún día, pero que nunca pudieron realizar como era su deseo. Aun así, mis primeros años en el pueblo, me hicieron amar esa tierra y a la que nunca he renunciado, llevándola conmigo donde quiera que he vivido.

Desde el verano de 2010, escribo todo lo que me viene a la cabeza, desde mis recuerdos de niñez en el pueblo, la juventud en Cataluña y madurez C. Valenciana.

                      Creo que mis escritos dicen mucho de mí.

Experiencias escritas para dejar constancia de ellas a quien esté interesado en leerlas.

 

 

viernes, 10 de noviembre de 2023

MIS PADRES- Antonio Miguel Oliveros Quiroga



Mis padres se casaron a los 8 o 9 años de novios y en el 46 nació mi hermana Mª Dolores, mi hermano Fermín en el 48 y cinco años después nací yo, aunque pudo tener algún hijo más, porque un aborto de mi madre y sus consecuencias lo evitó según contaba, pero no muy claramente, porque de estas cosas no se hablaba abiertamente delante de los niños, pues eran cosas de mayores y a los niños los traía la cigüeña. 

Tan difíciles eran esos años para ellos, que no tenían ni casa propia y estaban viviendo de alquiler, hasta que mi abuela Carmen les dejo instalarse en su casa del “roero” poco antes de nacer yo. 

No recuerdo que mis padres salieran juntos nunca a ningún sitio... de compras, a pasear, al cine, etc. los domingos él se los pasaba arreglando sus cosas del trabajo o en la taberna y mi madre haciendo las labores de la casa. 

*** Yo era muy pequeño cuando mis padres se fueron a cuidar un rebaño de cabras a la “venta de la leche”, una finca a dos o tres kilómetros del pueblo. 

La higiene en el campo y la alimentación no serían muy buenas y para un niño recién nacido aun peor, aquello no benefició en mi desarrollo normal. 

Al cumplir un año estuve a punto de morir por una grave enfermedad, con fiebres, vómitos y diarreas, pues cuando me vio el médico del pueblo pensó que no sobreviviría y mandó que me llevaran a un especialista de la capital, porque él no podía hacer nada por mí. 

Como no tenían dinero para pagar la visita ni el tratamiento, seguramente alguien se lo prestó y eso me salvó la vida.

 Según les dijo el especialista tenía el peso de un bebe de cinco meses y si conseguían que pusiera peso y con mejores atenciones higiénicas y alimentarias, tendría posibilidades de sobrevivir. 

(Desde entonces para muchos yo era "el chiquinin"). 




Así fue como con el tratamiento y la vuelta al pueblo, consiguieron que con quince meses empezara a andar, algo providencial porque unos meses antes no tenía fuerzas ni para levantar la cabeza, de lo débil y pequeño que estaba. 

***Tuve una infancia como la mayoría de los niños de mi época, muchas horas en la calle o por el campo y en la casa solo para comer y dormir. 

Mi padre se iba a trabajar y a veces tardaba días en volver, mi madre solía trabajar en lo que le salía casi todos los días, al campo o en algunas casas del pueblo haciendo faenas para las familias acomodadas. 

Pocas veces estrené ropa nueva, pues la que usaba habitualmente era de segunda mano, regalada por amistades o amigos que se les quedaba pequeña, el calzado era lo único que estrenaba y usaba hasta que quedaban destrozados. 

Casi nunca recibí juguetes de regalos en los reyes, por cumpleaños o por mi santo, la economía de la familia no lo permitía, solo el día de reyes encontraba al levantarme algunos lápices de colores, una cartera o la pizarra para el colegio. 

Mi familia no era ni más ni menos, que todas aquellas que dependían del jornal, para hacer la compra diaria y ese era el objetivo que tenían como prioridad, el resto se obtendría como o cuando se pudiese. 

Fueron años duros pero que poco a poco se iban superando las dificultades, yo tuve la “suerte” de no tener que trabajar, hasta que terminé los estudios primarios, pero para otros no fue así y sin apenas saber leer o escribir tuvieron que dejar la escuela. 

Ahora mirando hacia atrás y pensando lo que mi padre me dijo un día…   (Si no quieres estudiar en casa todo el día no te quiero, así que te pones a trabajar, pero luego no te arrepientas, porque otros no tuvieron tu misma oportunidad).

Qué razón tenía, aunque para él no salieron las cosas como quería y que poco le duró la vida. 

Mi padre se iba a trabajar y a veces tardaba días en volver, mi madre solía trabajar en lo que le salía, en el campo o por las casas del pueblo haciendo faenas para las familias más acomodadas. 

Para mí, estos primeros años de mi niñez con tantas horas solo, me marcaron mucho, pues mi padre casi siempre estaba una o dos semanas fuera de casa, trabajando en lo que le salía y mi madre salía por la mañana y lo mismo no regresaba hasta por la tarde, lavando ropa o encalando las fachadas de la casa de alguna familia pudiente del pueblo, a veces fuera, en el campo arrancando monte, cogiendo garbanzos o incluso rebuscando cascarilla en los boliches una vez recogido el carbón, para usarlas en la cocina de la casa. 

En aquella época yo tenía tal libertad que podía juntarme con quien quisiera o irme con el primero que me lo propusiera y esta libertad era como consecuencia, de que mis padres y mi hermano tenían que dejarme solo para ir a ganar algún dinero, con que poder hacer la compra de la próxima comida. 




En verano iba a bañarme a la ribera o a la alberca del Porra, aprendí a nadar en el barranco del marmolejo, en las charcas que se formaban, con el agua que bajaba desde las cañadas, entonces nos podíamos bañar, mientras las mujeres lavaban la ropa, ahora ya no baja agua nada más que cuando llueve. 

Mi madre me remendaba la ropa tantas veces que el hilo, era lo único que aguantaba cuando la desechaba, jamás me compraron un balón o algún juguete por los reyes, porque si podían… era algo para la escuela. 

Pero nunca envidié nada de lo que otros tenían, desde siempre supe de las diferencias de clases, (ricos y pobres) los que tenían de todo y los que no teníamos de nada, aunque éramos iguales de felices, porque nuestras carencias las suplíamos con imaginación y libertad de ir y hacer lo que nos daba la gana sin miedo a rompernos los “pantalones”. 

miércoles, 8 de noviembre de 2023

El viejo reloj- por Bertha Caridad

 


Ya veré qué hacer con él, con el tic tac del reloj cuando la nostalgia me embarga, recelosa, en su lento compás me refugio, en silencio persigo recuerdos, revivo todo cuánto quiero y queda por decirle a él, ¡el tiempo!

Martes, 7 de noviembre del 2023

jueves, 5 de octubre de 2023

Cansancio-Bertha Caridad

 


El cansancio invade
mi cuerpo, mi alma,
mi espacio, mi tiempo,
quiero imaginar
a un horizonte nuevo,
quiero remontarme
a otro mundo,
me tumbo
como un viejo árbol
entre hojarascas;
sin raíces,
entre frágiles hojas de papel, 
frases machacadas con tinta negra,
construyo una guerra;
austera, armo mi propia guerra,
¡infeliz!
Escucho palabras caducas,
quizás… por el otoño,
¡se acerca tan lento el invierno!
Tal vez… se congelen mis venas,
mis letras suenan frías
huyendo al vacío, inertes. 
Presiento… ¡será otra noche más
de escarchas, de miserias!

De escarchas, de miserias,
presiento será otra noche más
huyendo al vacío, inertes
mis letras suenan frías,
tal vez… se congelen mis venas,
¡se acerca tan lento el invierno!
Quizás… por el otoño
escucho palabras caducas,
¡infeliz!
Austera, armo mi propia guerra,
construyo una guerra,
frases machacadas con tinta negra
entre frágiles hojas de papel,
sin raíces,
entre hojarascas,
como un viejo árbol
me tumbo
a otro mundo,
quiero remontarme
a un nuevo horizonte,
quiero imaginar
mi espacio, mi tiempo,
mi cuerpo, mi alma,
¡El cansancio invade!

miércoles, 27 de septiembre de 2023

ESTO NO TIENE QUE VER CON PROUST-Cecilio Olivero Muñoz

 




Me gusta el tabaco mentolado

por dos razones. 

Una, porque durante la EGB,

en clase de literatura y lengua castellana,

mi profesor, Juan Luis Gómez,

fumaba Fortuna Mentolado.

Hoy ya ni existe.

La otra, porque me recuerda al Vick Vaporub 

que me daba mi madre

en los catarros. 

Esto no tiene que ver con Proust.

Ni la Magdalena, ni el té, ni el jardín 

de mi abuela.

Me gusta el tabaco mentolado 

porque es como una golosina. 

Como un caramelo de eucalipto.

Esto no tiene que ver con Proust. 


jueves, 7 de septiembre de 2023

Amor, amor, amor-Cecilio Olivero Muñoz

 Y yo que creía que el amor era más que un sentimiento, y no una ceguera atroz. Que era algo más que casarte cuando tiran  arroz. Yo, que jamás hice el intento, de amar sin sal, sin razón. ¡Me desnudé entre venenos e ingredientes tan inclementes…! Y yo que ya no creía en la canción repetida y pegadiza del transistor. Pues jamás quise la paliza del sufrimiento y del dolor condescendiente, la tentación, la gente. Yo que creía que dar amor era un invento de los curas que nada curan, con perdón. Y yo que creía en el negro fragmento del bolero de charol. Qué ingenuo, qué inocente pues me ahogué decentemente en el adeudo tan reciente que me quedé sin adiós. Yo que fui sentencia, maravilla de un asedio intermitente a prueba de la noche vacía de voz. Y yo que creí que estar encoñado era fruto del elixir y la sensación de perder acongojado hasta la camisa mientras otros cantaban misa, mientras ignoraban su propia religión. Mi religión es el libre pensamiento. El idioma circunspecto del burgués y la cuestión, que te tutea como un lamento libre ignorado por amor. Como un hombre en eterno movimiento pero con el ajetreo de un robot aspirador. Yo que creía que el amor era principio y también lección, yo que creía en gerundios y en participios desde que te ofrecí un sinsabor. Y yo que creí que el amor era la raya en medio, el pelo negro, tu aliento y un mandato del buen Dios. Y yo que creí en el firmamento y en el áspero segmento de quererte con pasión. Y yo que creí que el amor era ciego y resulta embustero, resentido y  con traición. Yo que envidié tu perdón que   nunca tuviera yo. 


sábado, 2 de septiembre de 2023

Mari Carmen Azkona-In Memoriam- Juan A. Herdi

 


Mari Carmen Azkona

 

«Navegar por los recuerdos/ atravesando en silencio / el espacio de la memoria»

Mari Carmen Azkona

 

Suele decirse que nadie es imprescindible. Pero no es verdad. Hay personas que lo son, que resultan esenciales en el día a día, que logran romper con la rutina cotidiana, que nos retan a ser mejores. De pronto nos topamos con su ausencia y nos damos cuenta del silencio y del vacío que se imponen sin remedio, y surge así ese sentimiento de culpa por no haber conseguido tal vez que la persona en cuestión, la que nos falta, se sintiera como la sentimos ahora, imprescindible.

El pasado 25 de agosto moría Mari Carmen Azkona. Aun cuando intuida o esperada, la noticia no dejaba de ser para muchos tremenda, hiriente, y nos descorazonaba en este final de verano en el que albergábamos tantas esperanzas por hacer tantas cosas juntos. Cumpliremos con muchos de nuestros propósitos, sí, pero ya no será lo mismo.

Estos días hemos conversado mucho sobre su cercanía, sobre la amistad. Aquí nos hemos de circunscribir, no obstante, al pasado de Mari Carmen Azkona en su doble faceta de escritora y de activista cultural. Ambas fueron las dos caras de una misma moneda. O de una misma personalidad, la de una Mari Carmen Azkona comprometida con la literatura, con la cultura en general más allá de su propia particularidad. Aunque la cultura que ella defendía nada tenía que ver con una lista de renombres ni con las famas vanidosas a la que, por desgracia, nos estamos habituando, sino con una actividad colectiva, comunitaria y social, además de personal. Quizá sea algo que por desgracia esté cambiando en esta sociedad del espectáculo donde lo cultural cada vez parece tener menos importancia. Pero así lo entendía ella y lo trasladó a su vida, a nuestra vida. 

Escribía sin duda por esa necesidad de entenderse a sí misma y asumir la realidad envolvente, no siempre comprensible, a menudo doliente. Pero no se limitaba a esa intimidad de la escritura, necesitaba además socializar su interés por lo literario y por el arte, pero también por la naturaleza o por la historia, encontrando siempre la relación con la poesía, eje central de todo su quehacer. Portugalete devino así el escenario de numerosas presentaciones literarias, recorridos culturales y poéticos, conferencias, jornadas, fotografías, incluso una feria de libros que la pandemia primero y después la enfermedad impidió continuar. Sus lazos se extendieron también más allá de lo local.

Su activismo cultural puso en contacto a muchas personas, la convirtió a ella misma en una cartógrafa de un amplio mapa de vínculos y de afectos que ha ido más allá de un interés común, la literatura, sin duda porque la Cultura, así, en mayúscula, no es sólo algo trascendente, no debiera quedarse en eso, sino sobre todo es la argamasa para construir lazos de amistad, respeto y diálogo. Para crear comunidad, en definitiva, algo importante cuando todo parece estar en nuestro mundo patas arriba y las cosas cambian tan deprisa, no estamos muy seguros de si a mejor o sólo, en el mejor de los casos, hacia algo diferente. 

Nos deja sus escritos, Patchwork, Enredados El silencio de los puntos suspendidos, numerosos poemas y relatos, algunos premiados, otros reunidos en libros colectivos. Y la demostración que toda obra, al final, forma parte de la propia vida, es la vida misma. Por eso quien así lo ha entendido se vuelve, de un modo absoluto, imprescindible, alguien esencial que no se va a quedar en un rincón de nuestro pasado, sino que pervivirá en nuestro día a día. 

viernes, 1 de septiembre de 2023

Relatos de verano:1-Margarita Bokusu Mina

 


Ya mismo me voy a comer, pero quería contarte algo,  bueno, quiero contarte por lo menos dos cosas. Una es ya muy repetida, de lo que me gustaría que nos pasara, la otra es la siguiente, una anécdota: el otro día el Borjamari de Orujo y Cantimpalo me falló y encontré casualmente a Pitita de Lux. Le regañé por lo de la última vez ¿Te acuerdas? Aún me queda algo medio fundido con el plástico que lo envolvía. Menuda mierda de lomo en manteca, le dije. Total, que me llevó al casoplón donde es interna: limpia y cocina sin contrato a cambio de alojamiento, comida y dinero de bolsillo y no quería que me fuera, quería que la oyera y se enrolló muy bien con lo que me dio, me vendió, que aquí, ya tú sabes "miamolll", nadie da "na", compensó en todo caso. Está esperando que le envíen una carta para entrar en el talego, 7 años le echan por culpa de un chivato, así me lo contó y porque tiene una basura de abogado ya que no puede pagar (vendiendo lomo en manteca casero, por muy exquisito que esté, si no has pasado el cursillo de manipulación de alimentos es a lo que te arriesgas, ya les vale. Una cosa que a otros hace ricos y a los de abajo, como Pitita, ni les da para subsistir). Le conté que antes de encontrarla estuve con una amiga común que atiende un salón de té, una chavala que más canija, más consumida no puede estar. Su novio, alto y bien parecido, más joven, estaba borracho y le exigía que le sirviera, ella lo miraba con malos ojos, él se metió en la barra y la empujó, no se desnucó de milagro, pero se golpeó la cabeza y las costillas, sangraba. Imagina la vergüenza que le estaba haciendo pasar, el daño, delante de las señoronas que humedecían las pastitas y con aparente calma se las llevaban a la boca después de haber sacudido con servilletas impolutas las migas que sus esposos dejaban en las suyas mientras miraban de reojo lo que estaba sucediendo y se mantenían como si no ocurriera nada. Cuando salí del salón de té a ella le tomaban declaración y a él se lo llevaban esposado. Luego le conté a Pitita que tú me habías amenazado con un cuchillo y un hierro y me habías golpeado la cabeza con un tronco y Pitita de Lux ya no pudo más, olvidando sus clases en el Liceo, de vela y squash (adonde tiene que llevar a los hijos de los señoritos), su vermut a medio terminar y llorando se levantó de un salto y se plantó en medio del hall y casi gritándome y señalándose la entrepierna con las dos manos, te la puedes imaginar: "¿Sabes lo que les pasa? ¿SABES LO QUE LES PASA? QUE NOSOTRAS TENEMOS 3 PARES DE COJONES, ¡3 PARES DE COJONES! ¡3 PARES DE COJONES! Y ¿CUÁNTOS TIENEN ELLOS? ¿DIME? ¿TÚ SABES LO QUE TIENEN ELLOS?" Y contesté: "Un par y a veces ni eso." Y se calmó y se tiró en el diván ¿o era un chaise longue? abrazándome y llorando. 

 

Para reír recordamos a Rober, que lo tiene en grande en "su" pequeña habitación, en el ala derecha de la mansión, y ella venga decir: "El ijoputa este ¿Te acuerdas cuando...? Y ja, ja, ja. En fin. 

 

Pero que mis novelas molan más, sepan ustedes, y como en ellas digo para curarme de espanto: cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, ya que ella, la realidad, ya saben, supera a la ficción. 

viernes, 25 de agosto de 2023

Anatomía del Prosimetrap-Por Cecilio Olivero Muñoz

 


El poema rimado es como una plegaria musical con o sin consuelo. Un poema que no quita, no borra, no rectifica, no corrige, no cambia, no es un buen poema rimado. Lo primero que tienes que evitar en un poema rimado es la cacofonía. Es contraproducente. Yo escribo o me expreso en Prosimetrum, y no trato de innovar. Es una corriente que tiene sus comienzos en la poesía Al-Andalusí escrita por el cordobés Ibn Hazm en el siglo XI. Su obra se titula El collar de la Paloma. También Seneca ha escrito Prosimetrum, y hay toda una tradición en la literatura latina. Se cree que los primeros Prosimetrum aparecieron entre el siglo XI y XII d. C. Con esto quiero decir que no lo he inventado yo. Esto me surgió por casualidad. Rimando un poema en Prosimetrum en un texto breve que tenía cierta ironía. Más bien sátira. De esa fuente bebo de El Satiricón de Petronius  Arbite. Quiero decir con esto que es algo más antiguo que Las Décimas e incluso el Soneto. El Soneto hace su aparición en el Siglo XIII y Las Décimas a finales del Siglo XVI, creadas por el poeta Vicente Espinel y son diez versos octosílabos consonantes. 

Yo hago Prosimetrum con estructura de soneto, de serventesio o de décimas espinelas. Por eso digo que no estoy inventando nada nuevo. Simplemente me uno a una tradición de poetas olvidados que han creado verdaderas maravillas. Por ejemplo, Décimas pueden ser para la lírica o la épica. Y en el serventesio su nombre proviene del provenzal, ya que en la lírica trovadoresca se denominaba “serventés” en rima consonante. Y riman A-B-A-B. Es importante dejar esto claro si quieren leer Prosimetrap tanto en ebook como en papel impreso. Espero les aclare algo importante sobre Prosimetrap.


miércoles, 16 de agosto de 2023

Relatos de un ronquillero- El Indomable- Antonio Miguel Oliveros Quiroga





EL INDOMABLE


Su padre era zapatero remendón y con una minusvalía que le impedía tener un trabajo mejor remunerado, tenía varios hermanos y él era el mayor, su madre hacía lo que podía para darles de comer cada día.                                                                                                                                  prácticamente creció en las calles y el campo, apenas asistía a la escuela, se pasaba el día deambulando de un sitio a otro desde que se levantaba, para no ayudar a su padre que le mandaba a llevar los arreglos o enseñarle el oficio.                                                                                                                         Cuando tenía hambre no le importaba entrar en alguna tienda, o meterse en cualquier huerto y coger lo que fuera para comer.                                                                                                                         Por unas “perras” hacia cualquier recado si alguien se lo requería, tampoco despreciaba aceptar alguna cosa a cambio de un pequeño trabajo (echar de comer a las gallinas y recoger los huevos, llevar a beber o herrar a alguna bestia, regar las plantas de algún pequeño patio…Nunca nada de grandes esfuerzos o responsabilidad.                                                                                                  Pero lo que más le gustaba era meterse en las fincas de los alrededores, con su tirachinas (inseparables) a cazar pájaros que luego vendía en los bares o llevarlos a su casa para comérselos.                                                                                                                                                       Apenas llegó a aprender a leer o escribir, era incorregible y las pocas veces que aparecía por la escuela difícilmente terminaba la jornada, pues el maestro lo tenía que echar porque no dejaba de molestar a los demás.                                                                                                                           Decían de él no era mala persona y que lo que tenía no le importaba tener que darlo a quien lo necesitara, pero no se le podía pedir responsabilidad porque nunca la tuvo.                                                                                                                            Quiso vivir en libertad, sin que nadie se metiera en ella y nunca aceptó imposiciones, como tampoco quiso barreras ni le impidieran hacer lo que quería y eso en aquella época pocos se lo consentían.                                                                                                                                                              Un día se metió en una finca donde pastaban toros bravos propiedad de un torero famoso. (que por allí conocían bien su mal carácter)                                                                                                     Acompañado de su inseparable tirachinas para cazar pájaros, tuvo la mala intención de dispararle a un grupo de toros que descansaban debajo de unas encinas, la piedra impactó en uno y este se levantó con tanto ímpetu que espantó al resto, que salieron corriendo en estampida, pero en dirección contraria a donde estaba él, lo peor fue que desde un montículo lo estaban observando el torero y su mayoral montados a caballo.                                                                                                               Al ver la escena, arrearon al galope tras él, éste al verlos salió corriendo entre las encinas y maleza hasta llegar a las alambradas de la linde para escapar, cuando ya se creía a salvo sintió un gran golpe por detrás que lo tiró al suelo y los cascos de un caballo pateándole la espalda, cuando intentó levantarse oía como alguien le gritaba… ¡Se te van a acabar las ganas de volver a entrar en la finca a molestar a los toros! y le golpeaban con una fusta.                                                                                                       Luego un silencio sin más…cuando se despertó le dolía todo el cuerpo, ensangrentado y las ropas destrozadas, arrastrándose entre las zarzas y a gatas, pudo salir hasta el camino desde el barranco donde lo habían dejado.                                                                                                                      Al día siguiente alguien lo encontró casi muerto y lo llevó al pueblo, que al verlo el médico no daba crédito cómo había resistido con vida.                                                                                                            Tardó varios meses en recuperarse, pero no cambió su condición de indomable y volvió a las andadas, ahora se aseguraba de que no lo viesen meterse a la finca del torero, pero de vez en cuando se provocaban estampidas de los toros, que luego los vaqueros tardaban varias horas en reagruparlos de nuevo.  

Todo tiene un precio y hay que pagarlo… La libertad y la irresponsabilidad no iba a ser menos.

Cuando se está acostumbrado a una forma de vivir y no se quiere cambiar, (o no se puede) tenemos que cuidar lo que hacemos si no queremos tener problemas.                                                                                                                                    Este muchacho era indomable y no sabía de otras formas de vivir, que no fuera hacerlo como él quería, la educación fue escasa y sus padres bastante tenían con poder alimentarlos o llevarlos al médico cuando enfermaban, así que él salía de su casa por la mañana y lo más probable era que no volviera hasta la noche.                                                                                                                    Durante esas horas podía ir o estar el cualquier lugar solo o acompañado, pero sin estar condicionado ni obligado por nadie.                                                                                                                    No tenía miedo de nada, lo mismo atravesaba una manada de vacas y toros bravos, que atravesaba el rio sin temor a las corrientes, su astucia no era seguida muchas veces por quien hubiese querido acompañarlo y eso no lo frenaba, pero tampoco obligaba a nadie a que le siguiera.                                                                                                                                                                  Aquel día iba acompañado por un amigo a cazar y buscar nidos de tórtolas o palomas y cuando llegaron a la entrada de una boca mina abandonada y entre las maderas y las zarzas, salía una pequeña corriente de agua, donde quisieron refrescarse un poco antes de seguir adelante.                                                                       Una vez despejada la entrada de la mina, invitó al amigo a entrar juntos y comprobar si había algún pájaro, pero éste se negó así que decidió meterse en la mina solo, comenzó a andar con pasos lentos mientras el compañero lo observaba desde fuera, hasta que se perdió en la oscuridad.                                             Al cabo de un rato el amigo se puso nervioso y comenzó a llamarle, pocos segundos después aún se asustó más, al ver salir volando varios murciélagos a toda prisa, detrás de ellos salía él calmándolo y diciendo que no gritara tanto, porque el eco se oía en toda la galería y los murciélagos estuvieron a punto de chocar en su cabeza.                                                                                                                     Ese día no pasó de ahí la aventura en la mina, pero fue el principio de lo que con el tiempo tenía que llegar.                                                                                                           Las visitas a aquel lugar se harían habituales cuando andaba cerca, solo o acompañado siempre se detenía para descasar y refrescarse durante el verano.                                                                                                                                  Pasaron varios meses y un día el muchacho no regresó a su casa por la noche, sus padres empezaron a preocuparse y a la mañana siguiente dieron parte a la guardia civil y las autoridades, como tampoco ese día apareció comenzaron a buscarlo por los alrededores del pueblo… fincas, cortijos casas de campo, arroyos y lugares que sabían él frecuentaba.                                                                                       Nadie reparó en la mina por estar en un sitio apartado e inhóspito, iban pasando los días la noticia se había corrido por toda la región, pero las esperanzas eran cada vez más preocupantes, pero el amigo que fue con él la primera vez a la mina, por miedo a sus padres no les había dicho nada, hasta que por fin decidió comentárselo a su madre.                                                              Ésta no conocía a la familia del muchacho desaparecido, así que se personó en el ayuntamiento para saber si habían mirado dentro de la mina que el hijo le dijo había estado una vez con él.                                                                                                                                                    Dieron aviso a la guardia civil y mandaron una dotación de búsqueda, cuando llegaron allí no vieron nada anormal, solo que la entrada estaba despejada y rastro de haber sido hecho a propósito, pero la oscuridad no dejaba ver mucho del interior y no pasaron de la entrada.                                                                          Como el chico no aparecía el juez autorizó a un equipo de especialistas a que volvieran a la mina y entraran con todas las garantías, la galería de la mina tenía varias curvas y por eso de tanta oscuridad, al pasar por la primera enfocaron hacía el fondo, lo que vieron fue un montón de tierra y piedras que taponaban el túnel, al llegar allí se dieron cuenta de lo peor… un brazo y una mano agarrando un tirachinas sobresalía del escombro.                                                                                                       

           ¡UN TRISTE FINAL PARA QUIEN QUISO SER LIBRE!